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—¡Te lo digo en serio, Chile! Me están observando —Recalcó el Tricolor rodeado de sabanas mientras observaba hacia los lados.

—Weon, estás exagerando. No puedes quedarte ahí todo el día nadie te está vigilando.—Suspiró—Vamos, sal de allí la sábana de bambi no te va a salvar

—Te he dicho que no, no saldré hasta que pasen el programa de Chabelo

—¡Pero si no es Domingo y ya no lo pasan! —Expresó frustrado, quería salir de parranda.

—¡Dije que veré Chabelo!

Chile se encogió de hombros con un leve suspiro, México podía llegar a ser el Rey del drama e incluso ganarse el puesto de la Bipolaridad. Vivir con el latino resultaba ser una experiencia única y extraña.

—Como quieras,—Prosiguió para después tomar su chaqueta y las llaves del auto—Luego no te quejes cuando no te hayamos guardado tacos al pastor, están al dos por uno.—Se dirigió hacia la puerta dejando al latino sólo, el menor espero paciente a que se fuera y se incorporó rápidamente aún con la sábana puesta, cerró todas las ventanas, puertas y bajó las cortinas. Parecía un pobre Hermitaño traumado.

Hace tres semanas se había sentido extraño, antes pensaba que era por no haberle rezado a la Virgencita pero después de que empezaran a desaparecer sus camisetas y fotografías las cosas no fueron iguales;  llegaba a la conclusión de que nuevamente Venezuela le estaba jugando una broma de mal gusto.

¡Sus historietas de Chespirito habían desaparecido y estaba decidido a vengarlo!

No iba a quedarse de brazos cruzados, oh no señor. Ese mismo día decidió aplicar cámaras en su habitación en busca del "ratero" para lincharlo a madrazos.

—Vamos a ver si se atreve a pisar mi habitación —Mencionó orgulloso.

Argentina que pasaba cerca suyo le  cuestionó el porqué de las cámaras pero México no quiso contestar, no quería ser el centro de la burla o EUA lo estaría fastidiando diría que no tendría éxito en encontrar al ladrón.

Entonces sucedió lo inesperado, una noche cuando revisaba las grabaciones se percató de que había dejado una sin reproducir, los minutos pasaban él dormía en el video como de costumbre cuando en el minuto 18:44 un sujeto se había introducido por la ventana y no solamente observó al Mexicano detenidamente sino que descaradamente  le sacó una fotografía haciendo poses raras a su lado.

¡Su puta madre, Wey! ¡Es el Coco!

En ese momento se cayó de la silla aterrado, el tipo vestía completamente de negro y lo más horripilante es que Él se dio cuanta de que lo grababan y se quedó parado contemplando la cámara.

Ya valí, madres —Tragó en seco, en definitiva no era Venezuela.

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Es mi primera historia RusMex, así que no tengo tanta experiencia como otros.

¡Sean felices y sigan shipeando!

Semecuidan

Deja De Acosarme, Culero · |RusMex| [EN CURSO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora