Deja De Acosarme, Culero · |RusMex| [EN CURSO]

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—Кто устроил здесь ловушку? Это для медведей! [¿Quién puso una trampa aquí? ¡Esto es para los osos!] —Se quejó en voz baja aguantándose el dolor.

El eslavo estaba de espaldas sobajeando su pie derecho; la aflicción era un tormento eléctrico en el muslo ni si quiera bastó de quince segundos para que la pintoresca sangre carmesí se encargara de teñir el suelo de la alcoba.

Tenía que pensar rápido su prioridad era no ser visto por el mexicano

—Eh, Rusia —Llamó. Y todo se fue abajo, se viró lentamente como exorcista. El latino ya lo tenía de frente con el gesto fruncido, portaba su famosa pijama con la leyenda del "PRI".

Demonios

—Мексика, какая радость видеть тебя. Эй, тебе нравится хлеб? [México, qué alegría verte. Oye, ¿te gusta el pan?] —Saludó nervioso ocultando la herida aparentemente "Pequeña" esperando que la sangre no lo delatara.

El menor al no comprender el idoma sólo optó por seguirle la corriente, se arrepentía de no haber adquirido los cursos de idiomas de Argentina, no era tiempo de lamentos.

—No hablo taka taka, ¿qué estás hacien.. —Soltó un grito alarmado—¡¿Eso es sangre?! ¡Chabelo santo de la virgencita, es mucha!

—Ах, это? Это ничего, это просто царапина [Ah, ¿eso?. No es nada, es solo un rasguño] —Aclaró trémulo negando con las manos. Sin embargo sus palabras no fueron oídas ya que el americano lo levantó con un notable esfuerzo.

—¡Ay Diosito Santo, nunca te he pedido nada pero ayúdame! Andale y ahora si ya no me desvelo viendo momazos

Rusia contemplaba la escena desde la cama, a pesar de que estaba desangrandose veía al diminuto chico pasearse por su habitación desesperado. Mexico abandonó la alcoba de repente, supuso que su acción se debía a la búsqueda de ayuda; Desde lejos pudo escuchar unos gritos mientras pisadas se acercaban nuevamente donde estaba. La silueta de otro país se acercaba peligrosamente a él mientras que el mexicano corría a toda velocidad para detenerlo.

El golpe seco de un sartenazo y un grito estilo mariachi  fue lo último que logró escuhar antes de que su entorno se volviera oscuro. 

....

Una jaqueca

Esta era más insoportable que cualquier otra, una combinación de todas las resacas de la festividad de los años nuevos. Las punzadas en su cabeza sólo le provoca náuseas y malestar, recién había despertado.

No podía ver nada más que una fugaz luz blanca esparciendose en su rostro de forma violenta. Atacaba su vista cegandolo de todo al grado de quemar, sí era posible, hasta las corneas.

¿En donde estaba? ¿Qué pasó? ¿por qué olía el sitio a Fabuloso?

—Parce, sí es —Escuhó una voz

—No mames, Wey. Déjate de mamadas que no es la URSS

—¡Callense ya!

De la oscuridad salió una figura alta, apenas sus ojos se acostumbraban al cambio repentino; Rusia no podía moverse, estaba atado a la silla con un excelente amarre. Su pie contaba también con un buen vendaje, agradecido con el de arriba.

—Así que, Rusia —Le llamó alguien mientra sostenía un bate en sus manos intimidante —Me pondré la gorra ¿Qué hace vos aquí?

El aura se volvió sombría, el reflector era el testigo del miedo en su cara. ¿Que debía decir? "Un gusto, suegro. Le quedó re chulo su hijo ¿Puede salir a jugar?" No, pésimo.

—Pregunté algo, Boludo

Su voz sonaba más hostil, el bate lo movía de arriba hacia abajo como si éste fuera su próxima pregunta y su cuerpo la respuesta.

Sin embrago, la seriedad se fue al caño cuando alguien entró encendiendo la luz de la cocina con bolsas de compras en las manos.

—¡Quióbole! ¿Armamos Pancho? —Sonrío animado.

—¡La concha de la Lora, Perú!

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He sido un malagradecido con todos ustedes, muchas gracias por seguirle a la lectura a pesar de mis ocurrencias. Es decir, ¡Llegamos a 2K! Han sido muy pacientes conmigo que ni yo me la creo.

Espero les haya gustado el capítulo porque me tardé bastante en decidir cual de todos mis borradores sería el adecuado para el público.

Intentaré actualizar más seguido