Querido James:
Yo te apoyaría en todo momento, pero tú... ¿realmente harías eso por mí?
Al parecer no.
Y duele saberlo.
Te consideras mi amigo, pero eso es mentira.
Lo sé, porque no estás aquí ahora,
cuando te necesito.
Lo sé, porque...
caes en el engaño.
En el engaño de mis falsas sonrisas.
Aunque pensándolo bien sé que no aliviaré tu dolor,
no haré más fácil tu tensión, esperarás en vano
ya que no tengo nada para darte.
Y no sé si esto me duele más a mí, o a ti.
Supongo que a mí.
Ya que creí en tus palabras.
Yo nunca ayude a nadie.
Es lo que exclamé.
Mientes. Ayudaste a muchas personas.
Es lo que respondiste.
Pero no te creí.
No puedo ayudarme a mí misma,
ya que no consigo salir de esto,
así que...
¿cómo podría ayudar a los demás?
¿cómo podría yo ayudarte a ti?
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Palabras mudas.
PoesieY es verdad, muchas veces tenemos un nudo en la garganta, y el silencio se hace dueño de las palabras mudas, especialmente cuando deseas escuchar al menos una palabra que duela y solo obtienes el silencio y la despedida. El mejor silencio es aquel...