Querido James:
Nunca quise sentir.
Nunca quise que me robarás el corazón,
aunque pensándolo bien ya es muy tarde para que me lo devuelvas, ¿no?
Nunca quise demostrarte que soy débil.
Pero eso es algo que no puedo revertir, ¿verdad?
Conoces tan bien mis debilidades como yo las tuyas,
y eso,
en el fondo,
duele.
Ya que nunca seré tan cercana a alguien como lo fui contigo.
Y eso quizás sea culpa tuya,
o tal vez sea mía.
Quién sabe.
Siempre quise que supieras acerca de mis sentimientos,
siempre quise tu amor,
siempre lo quise pero nunca ocurrió.
En algún tiempo atrás, tal vez.
Pero, ¿qué hay del ahora?
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Palabras mudas.
PoezjaY es verdad, muchas veces tenemos un nudo en la garganta, y el silencio se hace dueño de las palabras mudas, especialmente cuando deseas escuchar al menos una palabra que duela y solo obtienes el silencio y la despedida. El mejor silencio es aquel...