"Nosotros somos la cura..."

"Juntos por alguna razón"

Narrador P.D.V:

"¡Esto es noticias en vivo desde las calles de Savannah para ustedes!" dijo el compañero de trabajo de Rochelle, haciendo reportaje desde la sede de banco en la que se habían instalado para seguir transmitiendo, relativamente cerca al sector oeste del hotel Vannah.

Ese mismo día en que nuestra futura superviviente se había enterado de la gran epidemia que en realidad estaba azotando a la humanidad, había sido añadida al equipo de noticias número 7 para salir a las calles de Savannah a reportar las cosas que estaban sucediendo y mantener a la gente informada.

Nerviosa, pero atenta a su alrededor, se mantenía en la furgoneta de noticias tomando notas de la información que tenía hasta ahora sobre el virus y que había recolectado en una pequeña libreta. Había contactado a su familia de Nueva Orleans para avisarles de todo lo que sabía en medio del viaje previo y les había dado instrucciones de no arriesgarse al contagio por ningún motivo, andar con más que sólo mascarillas y tratar de evacuar enseguida sin pensarlo dos veces, además de que idealmente pudieran informar a otros seres queridos y cercanos en torno a lo que estaba realmente pasando. Lo demás era rogar porque en el camino nada malo les ocurriese. Igualmente le había informado a su amiga Helen antes de partir y que estuviera muy alerta.

En otra parte, Coach se movilizaba en su auto tan rápido como le era posible hasta una bencinera de autoservicio que encontró abandonada en el camino. Rápidamente se bajó para echar bencina y tuvo que subirse a su auto con el tanque apenas cargado un cuarto porque los muertos vivientes lo avistaron. Se apresuró en escapar a su siguiente destino: el hotel Vannah.

"¡Apártense de mi camino!" gritaba en otra parte de Savannah Keith desde la ventana del conductor, con Dave y Paul atrás aún en observación de posibles síntomas en este último y Ellis en el asiento del copiloto. Se dirigían al centro comercial Liberty para evacuar con las autoridades. Sin embargo, cuando pensaban que podrían llegar rápidamente, una corpulenta figura musculosa se les cruzó por el costado de la camioneta, embistiéndola con tanta fuerza que ésta salió volando por los aires hasta caer estrepitosamente en el concreto sobre sus ruedas.

Los cuatro amigos salieron aturdidos por el terrible impacto, tratando de recuperar la noción de la realidad por la adrenalina que los había poseído en medio del miedo.

"¡PERO QUÉ MIERDA ES ESA COSA!" gritó Keith cuando por fin todos pudieron enfocar bien.

Un hombre infectado extremadamente desarrollado y musculoso se desplazaba a una alarmante velocidad hacia ellos, igual que un gorila gigantesco. El monstruo iba directo hacia Ellis, quien había quedado más cerca del monstruo y más separado de los demás.

"¡EL! ¡CORRE HERMANO! ¡CORRE!" le gritó Keith a su amigo.

Por instinto, el chico con mameluco de mecánico comenzó a correr del enorme monstruo que iba a su encuentro mientras su amigos hacían lo mismo, pero con lo que no contaban los chicos es que el gigantesco infectado solo estaba persiguiendo a Ellis. Por lo que, para cuando lo notaron, Paul, Dave y Keith habían dejado de correr mientras que Ellis ya había quedado apartado de ellos, corriendo en una dirección totalmente distinta mientras era perseguido por el mutante. 

Sin darse cuenta, el monstruo los había separado.

"¡Ellis!" gritó Dave.

"¡VÁYANSE! ¡VÁYANSE SIN MÍ!" les gritó el de gorra azul de vuelta "¡Yo lo distraeré! ¡Ustedes huyan! ¡Nos reencontraremos en el centro comercial!".

Keith estuvo a punto de correr en ayuda de Ellis, cuando por el alboroto del gigantesco mono comenzó a ser rodeado junto a su hermano y a Dave por más infectados comunes que iban tras ellos.