Jessy P.D.V:
"¿Listo?" Le dije a mi mejor amigo con la intención de abrir la puerta "Apenas la abra, salgamos a buscar un vehículo o alguna forma de movilizarnos rápido y seguro".
"Momentos en los que desearía haberme traído el auto desde Chile" Me dijo Hugh con suspiro de resignación "Vamos, estoy listo".
Con su confirmación, empuñé nuevamente mi sartén que había mantenido colgada en una de las tiras de mi mochila y me dispuse a lo que fuera que nos estuviese esperando tras esa puerta, creyendo estar preparado para todo.
Pero al parecer, la arbitrariedad de la vida nunca deja de sorprendernos.
La luz del sol del exterior me golpeó en el rostro y me encegueció un poco, aunque afortunadamente la capucha amortiguó parte de los rayos ultravioletas. No estaba nada preparado para el escenario con el que nos encontramos:
Las calles estaban llenas, repletas, infestadas de personas zombificadas. Otras yacían muertas en el piso como cadáveres que no habían alcanzado a contraer el virus, mientras que no parecían haber señales de ninguna persona sana en las calles. Los zombis deambulaban y gruñían incoherencias, algunos se agarraban la cabeza y mascullaban con furia como si estuviesen teniendo horribles jaquecas, otros vomitaban y se afirmaban el estómago con notorios bramidos de dolor.
"Recuerda..." Me susurró Hugh, mientras se apegaba a mí "... Mientras no nos acerquemos demasiado, no podrán detectarnos. Mantengamos un perfil bajo y por ningún motivo los alertemos, o se nos van a abalanzar todos encima".
Engullí con algo de nervios y asentí, manteniendo mi guardia muy alerta y todos mis instintos activos a flor de piel. Teníamos que mantener el silencio y cuchichearnos con la mayor discreción posible.
Tomé la iniciativa y comencé a movilizarme a paso veloz, aunque no corriendo, por el lado izquierdo del edificio para rodearlo, tratando de ver si podríamos acceder a la autopista que conectaba con el costado del edificio.
Sin embargo, cuando llegamos: nos encontramos con la mala sorpresa de que estaba plagado de zombis, fuego y cortes con rejas que impedían el acceso.
"Por aquí es muy peligroso. Tendremos que rodearlo por el otro lado" Dije, apegado a la esquina.
Hugh asintió y decidimos rodear por el otro lado. Debíamos evitar a todos los zombis que se encontraban en la vereda de enfrente, los cuales no se movían mucho de su lugar, pero parecía que en cualquier segundo notarían nuestra presencia. La gran mayoría estaban en un aparente estado de trance, probablemente concentrados en el dolor que debía de estar provocando el efecto degenerativo del virus en sus cuerpos al no percibir a ningún huésped cercano al que infectar.
Hugh iba detrás de mí, con su cuchillo bien firme a mano, nos movíamos como si fuéramos solo uno y avanzábamos con la cautela de un par de gatos. Caminamos por nuestra vereda con la esperanza de no toparnos con ningún zombi a la vuelta de la esquina del edificio, hasta que llegamos al cruce a la siguiente cuadra.
A la distancia, aún se podían escuchar gritos de auxilio y algunos balazos.
"Deben provenir de otro centros de evacuación, sigamos esos ruidos" Me susurró Hugh "Deben de haber personas defendiéndose en lugares que aún están en proceso de infección y puede que estén pasando autos por las carreteras centrales, aquí no encontraremos nada".
"De acuerdo" Le susurré de vuelta, con la confianza y esperanza de que su hipótesis fuera acertada.
Aunque habían varias personas infectadas cualquiera rondando por los alrededores, llamaba la atención que algunas de ellas tenían unos trajes amarillos anti fuego muy raros, con el logo de CEDA en estos.
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"Nosotros somos la cura..."
FanficLa vida a veces es complicada para algunas personas, todas viviendo sus día a día cotidianos, pero siempre impredecible e incierta de las vueltas del destino. Personas como Ellis McKinney que se ganan la vida arreglando cacharros metálicos con rued...