Nakama

7 1 1
                                    

- Puedo vivir contigo. - le pregunté a Akame.

Akame se había convertido para mi en mi familia, varias veces había hablado con Akame, ella sabía hasta lo que no le podía contar a Tatiana. Y como a mis padres les importo tanto como le importa a un buzo una abeja osea nada, pues decidí vivir con ella. Akame es para mí lo más cercano a familia que tenía.

- Rey ¿ Qué pasó? ¿ Por qué quieres vivir conmigo?

- Aka, en mi casa no puedo estar, mi madre no tiene tiempo para mi y ni me cree o me hace caso por culpa de mi padre y bueno ya sabes cómo es mi padre.

- Pero no puedo Rey, quisiera que vivieras pero no puedo.

- Hoy vi a mi padre acostándose con otra mujer y sé que mi madre no me va a creer. Además ese imbécil me golpeó sin parar.

- Si, estaba viendo todos los golpes que tienes en el cuerpo mientras hablabas. - Dijo Akame.

- Pero Rey, si vienes tus padres se preocupan. - me dijo justo después de colocar en mi hombro derecho su  mano derecha.

- Akame!!! Por favor, no me dejes vivir en ese infierno - Le dije mientras mis ojos se humedecían.

Yo no podía vivir en ese mundo, tenia que alejarme de mi familia, yo podía actuar como si no vi nada, como si mi padre fuera el mejor y mi madre una mujer independiente. No puedo, claro que no. Me es difícil volverle a ver la cara a mi madre y ese imbécil de mi padre sólo lo quiero ver bajo tierra.

Akame comienza a realizar una sonrisa lentamente.

- Ok, ve a tu casa y trae tus pertenencias, apartir de hoy vivirás conmigo.

Fui corriendo hacia mi casa, estaba demasiado feliz, no había nada en el camino que me detuviera ni semáforo, ni amigos, ni carro, ni drogadictos y ni yo mismo. Sabía que todo va a cambiar, sabía que hiba a vivir feliz en casa de Akame aunque también me sentía un poco mal porque le hiba hacer una carga, ella está acostumbrada a vivir sola y además no soy un familiar para que me cuide pero juro que no la molestaré, no seré una carga y la apoyaré en todo.

Después llego hacia mi casa o a la que dejaría de ser mi casa y entró como si nada, por suerte ya no había nadie en la casa y entonces subí las escaleras y llegué a mi cuarto; justo en la puerta de mi cuarto había un papel pegado que decía “ Ve hacia el patio, te tengo una sorpresa” esa letra es inconfundible, esa es la letra de mi padre, no quería ir al patio pero me daba curiosidad y pues camine hacia el maldito patio donde supuestamente había una sorpresa de mi padre.

Cuando pasó por el pasillo para llegar al patio veo que en la puerta que estaba cerrada había un papel pegado que decía “ Si le cuentas lo que viste a tu madre, quedarás igual que el maldito perro.”

Al ver la nota mis ojos se agrandaron, mi mente se colapsó  y no pude pensar, no quería imaginarme lo que le hizo a Nakama.

Abro la puerta del patio y veo a Nakama golpeado ensangrentado  y con la boca tapada con un trapo para que no respire.

Mi cuerpo cae arrodillado y comienzo a llorar, miraba el cuerpo de Nakama golpeado y aumentaba el llanto, no podía creer lo que mis ojos veían, me levanto y corro hacia Nakama.

Lo cargue y lo puse entre mis brazos y comencé a ver si seguía con vida pero ya no estaba con nosotros.

Lloré sin parar, mis ojos no querían abrirse quería quedarme ciego; si había algo que me importaba en la casa era Nakama pero ese Cláudio lo mato.

Mi mente comenzó a recordar cada momento que viví con Nakama, fueron dos años de felicidad y tan solo una persona los borro todos para torturarme y nunca hablar.

¿Por qué tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora