¿Por qué tú?

Mi cumpleaño

Después de lo sucedido con mi padre cambiaron algunas cosas, mi madre sufrió un poco por el encarcelamiento y va casi todos los viernes a la prisión a ver a ese  hombre que tanto odio.

Tatiana, Valería, Akame, Melissa osea todas estaban muy unidas, siempre riendo haciendo hermosos momentos a mi lado.

Los exámenes ya habían acabado y cumplí con mi promesa, aprobé todos los exámenes con más de noventa y cinco.

Vivíamos un mundo feliz pero a oculto, el Padre de Valería y Shiro la madre de Tatiana me odiaban y como siempre no podía estar a su lado.

La sociedad sigue en las misma, siempre decae y me sigue juzgando pero ya me había adaptado a que siempre pensaran mal de mi o eso creía.

Una vez entre estos pocos días que han pasado fui a ver a mi padre, aunque el me ha destruido mi vida sigue siendo mi padre.

Entro a la estación donde mi padre estaba detenido; los policías reportan mi visita y me llevan a él salón de visitas para hablar con mi padre.

Me siento en la silla y veo tras el cristal para poder interactuar con mi padre.

Lo vi, vi a los policías guiándolo hasta donde yo estaba, el estaba esposado y justo en la puerta de la habitación le quitan las esposas para poder tomar el teléfono que estaba al otro lado del cristal.

Yo tomé el teléfono al mismo tiempo que él.

- Vaya vaya, eres la última persona que pensé que me visitaría. - Me dijo mi padre con una sonrisa de engaño y burla.

- Lo se creeme, yo todavía no entiendo por qué vine a verte pero estoy aquí. - le dije seriamente.

- Vamos a recordar el pasado y podrás entender el motivo de tu llegada. Espero que sea a disculparte, pero espero que sepas que no te perdonaré. - Dijo mi padre.

- Tranquilo, no vine a pedirte perdón. Espero que sepas el motivo por cual estoy aquí. - le dije mientras dejaba descansar mi cabeza en mis hombros demostrándole que tengo tiempo para que se acuerde y se arrepienta él de lo que hizo.

- Recordemos entonces niño, así podré saber que tengo que decirte.- Dijo mi padre siguiendome la corriente.

- Mira, me acordé de la vez que fui a casa de una de tus amigas y me saco a balazos ¿ Te acuerdas HIJO? - Sonrió mi padre.

- Te quiero preguntar algo SEÑOR. Quiero que me digas ¿ Por qué un el Padre de una chica que no me acuerdo muy bien el nombre pero creo que se llama Gretel se acercó a mí y prácticamente me atacó a palabras delante de todo el barrio? - le preguntó porque no entendía nada de lo sucedido.

- ¿ Qué día fue eso? - preguntó mi padre.

- El mismo día que te atraparon.- Le respondí justo al mismo momento que el término de preguntarme.

- La hija de ese señor era la novia de Gula y siempre se acercaba a Gula a pedirle algo de ya sabes lo que nunca tocarán tus débiles y limpias manos. Ella y Gula pasaban tiempo juntos inhalando   y el día que fuiste hacerme uno de mis mandados en casa de Gula estaban ellos escondidos del padre y él te vio salir pero Gula huye y deja a la chica drogada en el piso; ahora imagínate que Pensó el padre del chico que salió  sin hacer nada de la escena del crimen jajaja. - me respondió mi padre.

- Tu eres tan idiota que sabías lo ocurrido y nunca me dijiste nada.- Le respondí con odio.

- Oye niño, yo me enteré de la situación hace unos días porque Gula me lo contó pero además de que te quejas, ese viejo no te llevo a juicio por supuestamente drogar a su hija así que darle las gracias a Dios por salvarte de un crimen injusto porque en verdad tu eras otra víctima.