¿Por qué tú?

Ese hombre no es mi padre.

Después de acompañar a Tatiana y a Valería fui a mi casa. Las luces estaban vacías, no había nadie en casa. No sabía que estaba pasando, pero lo único que me llegaba a la mente era el plan que tenían los idiotas incluyendo a mi padre.

Yo sin importarme las cosas fui a mi cuarto a dormir.
Al otro día cuando despierto veo a mi padre durmiendo en el sofá y veo algunas cosas nuevas en la sala.

Habían nuevas cosas como un televisor plasma, un equipo de música, una nevera entre otras cosas más.

Yo estaba asustado un poco porque mi padre no tiene dinero para comprarse todo eso y ayer no estuvo en la noche en la casa.

Yo salgo a caminar y me encuentro a Tatiana llorando en la esquina del barrio, yo corro hacia ella, le tomos las manos y ella me mira llorando.

- ¿Tatiana que pasa? - le preguntó a Tatiana.

- Ayer fui con mis padres a él Danci Parade en la noche, que es un club de humor y cuando regresamos no encontramos el televisor, la nevera, el equipo de música y otras cosas de importancia.- me respondió Tatiana llorando.

Comencé a recordar y analizar las cosas justo cuando Tatiana me respondió.

- Mi padre estaba hablando con su gente de que tenían que buscar un carro, que nada podía fallar, de que tenía que ser en la noche y que unas personas tendrán que ir en la noche al Danci Parade y hoy por la mañana mi padre aparece con algunos equipos que de casualidad Tatiana los perdió ¡ Mierda! No puede ser, mi padre le ha ... - Pienso rapidamente.

- Rey, me han robado. - Me dijo Tatiana llorando.

Mi mente estalló, todo era tan obvio, pero no queria creer lo que supuestamente hizo mi padre.

Mi padre o bueno, ese hombre porque ya para mi no es mi padre. El imbécil robó y no le robó a cualquier persona.

Habiendo tantas personas en este mundo, en este continente, en este país, en esta región o en esta provincia le tuvo que robar a la muchacha que más amo y quiero, a mi mejor amiga.

Yo estaba parapléjico, mi cuerpo quedó en shock, la respiración se acelero, comencé a sudar frío.

- Rey ¿ Qué pasa? Has cambiado de parecer muy rápido. - Dijo Tatiana.

No conteste ni un poco, mi mente no estaba lo suficientemente bien para hablar.

Sólo me quedé fijamente mirándola mientras mis piernas retrocedían lentamente.

- Rey, no entiendo; ¿ Qué pasa? La que debería estar triste soy yo.- Volvió a hablarme ella.

Estaba mudo, me habían cortado la legua y amarrado los labios, era un violín sin cuerda, una partitura sin escribir.

Me alejaba poco a poco de ella, yo sentía que ella necesitaba mi apoyo, pero yo también necesite de ella. En ese momento ambos estábamos congelados como un hielo, pero mi corazón arde en llamas de odio por mi padre.

Ya estaba cansado de tanto correr por culpa de mi padre, pero necesitaba ir tras él, necesitaba matarlo a golpes, esta vez sí se pasó. Ese hombre ya no es mi padre y está será la última vez que el imbécil interfiera en mi vida.

Corrí, corrí y corrí con irá, se que no es la primera vez que corro o corro detrás del imbécil de mi padre, se que no es primera vez que lo quiero matar, se que no es primera vez que mi irá se apodera de mí, pero será la última vez que el imbécil ese interfiera en mi vida, será la última vez que respire y que su sonrisa siga latente, será la última vez que el toque a mi madre, será la última vez que siga viviendo en mi casa.

Mientras me dirigía a mi casa paso por casa de Tatiana, quería ver la gravedad del asunto.

Veo muchas patrullas de policías frente a casa de Tatiana, veo oficiales tomando nota de lo sucedido y veo a Shiro la madre de Tatiana llorando por lo sucedido.