Mi ángel guardián [Reescribiendo]

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Así había transcurrido una semana, con eso el celo de JungKook se encontraba cada vez más cerca.

TaeHyung había tenido muchos problemas con el plan, ni hablar de sus amigos y su prometido, por todos lados se hablaban de ataques de demonios a ángeles custodios, híbridos o simples ángeles desertores que deseaban vivir una vida como humanos, el trabajo incrementa en cifras demasiado altas, dejando como consecuencia que todos lo cachorros de aquella extraña familia, terminarán en ser cuidados por un pequeño omega, híbrido.

Kim Sunoo de quince años de apariencia, quién gracias al cielo era bien recibido por los pequeños del hogar, así él se convirtió en tutor de todos los cachorros.

Después de un día ajetreado de trabajo todos se encontraban descansando en la sala antes de ir a su entrenamiento diario.

- Bebés vengan a pasar tiempo con su tío favorito - JungKook estaba enamorado de todos esos bebés por lo que se dedicaba a cuidarlos-

Desde que la nueva asistente del ángel había llegado Tae actuaba distante desde que llegó la asistente JaeZy, por lo que el se concentraba en su trabajó y ayudar a Sunoo con los bebés, quién se instalo en la casa ya que su trabajo demandaba todo su tiempo, con él pasaba la mayoría del tiempo.

El entrenamiento estuvo más intenso ya que los demonios están saliendo, tenía un mal presentimiento.

Después de un gran día de trabajo se ducho y preparo para ir a dormir, era su momento de descansar.

Paso por el cuarto de los bebes mirando como el pequeño omega arrullaba a Binnie para que pudiera dormir, esa escena no conmovía.

Entonces se dirigió a su cuarto y miro a su prometido, hablando por teléfono, terminó de ponerse su pijama y se metió a la cama aún podía escuchar la platica de su alfa.

Se le hacia raro que el alfa tratara se ocultar la llamada.

- No te preocupes de seguro las cifras disminuirán rápido - le sorprendía que hablara tan informal, pero por el tema sabía que hablaba del plan, se relajó y quedó profundamente dormido, aunque en su sueño se cuestionaba la importancia de la llamada.

Cuando el Omega se disponía a descansar, escucho como la puerta se abría de un golpe, lo que lo asustó, vio como los ojos de Tae adquirían un color rojo intenso, signo de enojó, el solo se dispuso a taparse con la manta y formar un ovillo, tenía mucho miedo, ese no era el Tae que quería, no era su Tete, tenia miedo de que se repitiera ese comportamiento.

El omega temblaba debajo de las mantas, solo recordaba una visión que tuvo.

Las almas destinadas sabe todo una de la otra, inconscientemente se buscan.

Estaba empezando a temer que sus visiones fueran reales.

Después de unos minutos su cuerpo se sentía caliente, su celo se había presentado, soltando su aroma su lobo trataba de tranquilizar al alfa y pedirle ayuda con su ahora gran problema.

Las súplicas fueron escuchadas, pues el alfa descubrió al omega y empezó su tranquila ayuda, a medida el alfa bajaba por el cuerpo de JungKook. Las manos del alfa se aferraron a sus muslos lo suficientemente fuerte como para dejar una marca. Sus uñas rastrillando su espalda fuerte. Sábanas enredadas y extremidades entrelazadas.

Pero aun así sentía como era brusco, como si deseara hacerle daño.

Entre tanta ira y dolor el alfa marco al omega, pero este no le ayudo a que su marca a cicatrizara, simplemente terminó con su propio placer, llenando al omega de su semilla y se durmió, gracias a la madre luna el omega pudo llegar a tranquilizar su celo con la ruda ayuda de su destinado.

Ese dia se creó un lazo, pero también empezó el infierno para ambos.

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