leitina

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Noche sola, aburrida pero por lo menos hablando con Lucia, hoy me levante sin ganas de nada prácticamente como todos los días, Estela no está eso quiere decir que hoy no voy al colegio no puedo definir si eso es malo o bueno, hoy voy a ser Martina, claro no son Lucia, no entienden, yo me llamo Martina Leila Swol, cuando tenia siete años detestaba el nombre Martina porque mi archienemiga se llamaba así (me robó el novio ¿Como no detestarla?), todos me decían Leila, crecí y mi nombre quedó como "Leila", esa chica "Leila" es muy diferente a Martina hasta compiten y se hacen sentir mal entre sí.
Leila es una persona feliz, súper alegre, con una vida visualmente sin problemas, una chica súper loca, torpe, graciosa, es una chica sin cosas malas y Martina es lo opuesto una chica super negativa, aburrida que siempre está pensando en dormir o llorar, una chica que tiene mil problemitas y millones de cambios de humores por segundo, son tan distintas que no sabes como llevarse entre ellas.
Siendo Martina no le tengo cariño a Leila es tan exagerada con la vida, tan falsa, tanta carita de felicidad ¿para que? si los problemas los va a tener igual (¿no será que soy muy negativa?NO.), Leila y yo somos dos desconocidas somos esa típica pareja que intenta tener una relación estable más de mil veces y no pueden pero lo siguen intentando aunque las mil veces no pudieron, tengo una pequeña esperanza que algún día vamos a ser las mismas y nos vamos a llevar genial (mentira vamos hacer que se sienta bien pobre ilusa), Leila siempre piensa que estoy re loca porque me encanta hablar de la muerte o que en realidad no estoy viviendo es un sueño y mil cosas re locas, NO ESTOY LOCA LEILA DEJAME VIVIR EN PAZ FELIZ; la palabra feliz y felicidad tendrían que ser insultos porque las personas se re sorprenden cuando decís que sos feliz antes que decir soy un/a ** y mil cosas más (Martina siendo ella). Me cansé voy a bailar y cantar e intentar salvar la relacion tóxica entre Leila y Martina.

Maneras de amarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora