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Es sábado 

Jimin debería encontrarse con Yoongi en el centro comercial en unas horas. Pero no quiere dejar su habitación. Tiene el estómago revuelto, le palpita la cabeza. Quizá debería dejarlo todo y cambiarse de instituto 

- Dile la verdad - dice Tae, descansando en su cama - antes de que salga herido 

- No puedo - replica Jimin, a punto de comenzar a arrancarse el pelo - Kim Namjoon me dijo que seriamos enemigos si jodía esto 

Y además, Jimin quería, de verdad quería evitar hacer sentir mal a Yoongi si podia. Taehyung no lo sabía, pero el chico del que todos estaban tan asustados era un chico muy dulce

- Deberías haberlo visto Tae - continua Jimin - Era como un gato abandonado, como un pequeño gatito 

Taehyung eleva una ceja 

- Lo que tú digas. Pensemos que se enoja y te pega un puñetazo. Solo aceptalo. Es mejor que mentir, no importa lo aterrador que sea este tipo

Tae, su mejor amigo, no le cree. ¿Quien lo haría? Yoongi había construido una gran reputación desde que fue transferido dios sabe de donde. El chico es como el fuego salvaje, la piel entintada y un temperamento explosivo.

¿Quien pensaría que en realidad era adorable y totalmente incomprendido?

- No quiero hacerle daño - Jimin suelta un suspiro, sus hombros se hunden, un retortijón en el estomago que no desaparece

- Tengo miedo de que pueda hacerte daño - responde Tae - ¿Necesitas refuerzos?

Jimin presiona sus sienes

- Es mejor si hago esto solo. Quizá lo entienda 

Cuando es la hora Jimin coge un taxi al centro comercial, armando frases en el asiento trasero, murmurando para si mismo 

Estaba listo. Le explicaría lo que había pasado, por qué no le había dicho la verdad al principio, y su terrible memoria cuando se trata de numeros 

Tiene mucho miedo de cuál será la reacción de Yoongi