Tras unas pesadas horas al volante de aquel enorme trasto, pudimos aterrizar cerca de la plaza Columbia. Todos traían consigo una cara deprimente, pálida... Liam, Kelly... menos mal que ella se encontraba a salvo... Jake y Eva, que lloraba desconsoladamente.
Mientras todos se bajaban en aquel tejado que dejaba asomar unas vistas tan solemnes y espectrales al mismo tiempo, vestigios de una civilización ya perdida, yo me acerqué a Eva; la rodeé con un brazo y le besé la mejilla.
-¿Qué tal está? Sentía una tremenda lástima por ella y por su hija, que descansaba en un sueño inquieto sobre su regazo. Mi voz se quebró.
-¿No lo ves? No sé que le pasa... Algo raro le ocurre... Mi pobre hija...
Liam se deslizó dando largas zancadas hasta nosotros. Dios, ¡cómo le odio! Con esa falsa sonrisa y su intención de ser el bueno en esta película. No se iba a salir con la suya, no se llevaría a Kelly.
-¿Puedo? Le preguntó a Eva.
-Esto... Claro, pero, ¿qué es lo que quieres saber?
Liam no contestó. Se acercó a la niña a una distancia en la que ella podía notar su húmedo aliento, pestilente. Lo odiaba tanto, la simple idea de su existencia en este mundo me repugna. Palpó el cuello. Tocó su pecho, sus piernas, parecía esbozar una sonrisa de satisfacción. ¡Jodido pederasta! En cuanto tenga la ocasión pienso poner fin a su vida. La niña soltó un pequeño gemido de dolor, la cara de Liam palideció. La madre de aquella desdichada niña estaba perpleja, ¿Qué estaba ocurriendo? Liam rasgó un poco el vestido que antes fue blanco de la niña, donde ésta se había quejado, a la altura del hombro.
-No, no puede ser... Debí haberlo supuesto... Liam tenía dibujada en su cara una expresión que deambulaba entre el espanto de descubrir aquello que querías no llegar a descubrir y una tristeza incalculable. Arrepentimiento.
En su hombro había una marca profunda y enrojecida de dos filas de dientes. Un bocado terrible. Además de la hinchazón, la herida emanaba una pequeña cantidad de sangre, y las venas a su alrededor se mostraban enormes, demasiado visibles.
Eva rápidamente se hechó a llorar una vez más. -¿Qué es eso, Liam? ¿Qué le está pasando a mi pequeña Kat?
-La han mordido... Creo que no le queda mucho tiempo de vida... Lo siento.
-¡¿Qué?! ¿Quieres decir que se va a convertir? ¡No soy capaz de creerte! Estaba conmovido por los actos, ¿esa mordedura significaba realmente que iba a transformarse?¿Que perdería su humanidad? ¿Por qué aquella niña inocente?
-No estoy al 100% seguro, sólo tengo un vago recuerdo. Pero debemos poner fin al sufrimiento de esta pequeña; mírala Matt, está agonizando.
-¡No pienso arriesgarme a poner fin a la vida de Kat sólo por un "vago recuerdo" tuyo, imbécil!
-Sabes que debemos hacerlo, esta niña esta sufriendo, y además, ¿Acaso crees que será mejor acabar con ella cuando sea una de esas cosas?
-Por favor... Es solo una niña... Darle hasta el amanecer, seguro que solo es una pequeña fiebre, mañana estará mejor, ¡Seguro! - Eva no podía dar crédito a lo que oía... Su hija... ¿convertida?
-Podéis hacer lo que queráis, pero yo no pienso dormir junto a ella, me niego. Liam parecía tan insensible...
-Joder, Liam. Si tan preocupado estás vete tú solo, no tendrás que pensar en nadie más. - Estaba tan furioso por sus palabras. La sangre hervía dentro de mí, lo podía palpar. - Está bien, todos. Sé que ha sido un largo y fatídico día. Todos debéis descansar, esta será la última tarea que os encargaré por hoy. Jake, quédate con Eva y asegúrate de que estén bien en todo momento. Kelly, asegura el perímetro e instala las tiendas de campaña, dormiremos aquí; parece un sitio seguro. Yo iré en busca de provisiones, recuerdo que cerca de aquí hay una tienda, seguro que queda algo, y en cuanto a ti, Liam... - mi voz adquirió un tono ronco, vacío de sentimientos.- Puedes hacer lo que te plazca, dicen que una actividad muy popular es saltar de los tejados de edificios altos de cabeza... Kelly me miró con una mirada fulminante, me había pasado, pero no sentía ningún remordimiento.
Todo el mundo pasó a su cometido. Yo me equipé con una pistola y avancé a través de las sombras, que se envolvían sobre mí, creando una sensación de soledad, de miedo. Cualquier recoveco podría traer la muerte consigo... Bajé por las escaleras, temeroso.
Ocho pisos después, conseguí encontrar la puerta para salir de aquel laberinto de sombras, volvía a la luz. Por suerte todavía no había encontrado a nadie ni a nada, quién sabe, tal vez en aquella mediocridad de lugar estarían a salvo por un tiempo. Al otro lado de la calle encontré mi preciada tienda, 'Fruterias Fontaine'. Bingo. Corrí demasiado rápido, las ansias de alimento se apoderaron de mi ser. Derribé la puerta de una patada, sintiendo un orgullo dentro de mí; Kelly tenía que fijarse en mí, joder. Soy perfecto.
Sin embargo, no podía prever este aciago destino. Mientras inspeccionaba minuciosamente todas aquellas estanterías sin suministros, pude notar un extraño movimiento tras de mí, pensé que me lo había imaginado, pero una lata vacía cayó sobre el suelo, dejándome paralizado, me giré, lentamente. Entonces lo ví, era la cara de la muerte. Tan cerca de ella, casi podía olerla. Tan distante, tan real. Mi vida pasó fugaz ante mis ojos, ¿Iba a terminar todo así? Todos aquellos esfuerzos en vano... No levantó la voz, no intentó avisar a nadie, ni siquiera se molestó en pronunciar sus últimas palabras. Patético, se repetía mientras un cuchillo se hundió tembloroso en su abdomen. Morir a manos de otro ser humano... Qué decepción. Expiró su última bocanada de aire, mientras se arrodillaba en el suelo. No intentó tapar la hemorragia. No movió sus manos, para qué. No merecía la pena. Sus ojos perdieron brillo, su cuerpo cayó sobre un suelo infestado de polvo, mientras mantenía su mirada fija en la pared. Todo se nubló... Su último pensamiento, mientras su cerebro perdía el conocimiento fue: 'Kelly; adiós.'
ESTÁS LEYENDO
Qué será de nosotros.
TerrorLa tierra. Terreno valdío. Una esperanza ilumina a un pequeño grupo, una llamada de socorro desconocida, ¿Tal vez indicios de un lugar fuera del alcance de "ellos"?