XVII

384 23 4
                                    

Marta

Un año después.

Cada palabra que salía de su boca era mágica, y por un remoto momento casi me creo que esa canción va para mi, y que en la pequeña entrevista al final era de mi de quien hablaba Natalia, pero solo por un pequeño instante creí eso. Obviamente era imposible que Natalia hubiese sentido algo por mi, porque si por un momento me hubiese querido no habría hecho lo que hizo.

Marta

Línea del tiempo normal.

La botella frente a mi, señalandome y Natalia, mirándome.

— Natalia, preguntala — Carlos la dijo.

Natalia no le hizo caso, se quedó callada, mirandose las manos.

¿Qué está pasando?

— Natalia venga, ¿ya te has hechado para atrás? —insiste África.

— ¿Qué coño? No habréis sido capaces... —Maria intervino— ¿No quedamos en que no se iba hacer? —Maria repaso la cara de todos y se levanto al instante— Joder.

Todos se levantaron con ella, y yo hice lo mismo.

— ¿Qué pasa? Me puede preguntar otro si queréis —hable.

— Puedo decirlo yo si queréis — Miki respondió.

— No, nadie dice nada.

Natalia tan tajante como siempre.

Pero seguía sin entender nada.

— ¿Natalia Lacunza te estás volviendo una pringada o soy yo?  — África abrió la boca de nuevo. — Se lo diré yo, Marta, ¿alguna vez...

— Para — la corta Natalia — Marta —y por fin me mira, no descifro bien su mirada— ¿Alguna vez...alguna vez has...te...te has hecho fotos desnuda o te han hecho?

— ¿Que? Claro que no.

— Dios parar joder. Natalia, por favor, para. — dice Maria.

Natalia la mira, después mira a África y sigue hablando.

— Me piro.

Hace un intento de huir, pero África la coje del brazo.

— Ya que Natalia parece no poder hacerlo, lo haré yo.

África saca su móvil, se mete en WhatsApp y va al grupo que anterior mente le había visto a Natalia, virgencita 👼🏻.

Y es cuando veo las fotos, simplemente no puedo pensar con claridad.

— Cuando te conocimos hicimos un pequeño reto... —África comienza— simplemente alguno de los presentes tenía que acostarse contigo, Natalia decidió cambiar eso, ya que ninguno lo queríamos hacer, así que le dijo a Maria que la primera de las dos que consiguiera acostarse contigo tendría una recompensa, cuatro mil euros, que le daríamos entre todos.

Miro a Maria, tiene la cabeza baja.

— Maria se hecho atrás poco después de conocerte mejor, y Natalia se quedó sola. —sigue África— Cuando nos dijo que lo había conseguido no nos lo creíamos, y no fue hasta que nos pasó las fotos que la creímos. La otra parte del juego era decírtelo. Así que aquí estamos todos. Ah, otra cosa, no fue a mi a quien se le ocurrió todo esto, si no a Natalia, ella lo propuso todo.

Me quedo frente a Natalia, sigo sin creerme todo esto, yo... Yo creía que me quería.

— Como... Como has podido —las lágrimas recorren mis mejillas y me cuesta hablar—¿Siempre he sido un juego no? Todo era mentira...

— No Marta —me dirijo hacia la puerta, no quiero escucharla— espera —me agarra de la mano— No sabia lo que hacía, Marta, te quiero enserio, joder te quiero mucho.

Y la doy un bofetón, como el de la discoteca.

— Marta esto era antes de saber que estaba enamorada de ti, marta escúchame.

Y salgo por la puerta, para poder encerrarme en mi habitación.

Ahora todo cuadra, las llamadas, los cambios de humor... Todo era un maldito juego para ella.

Todo del revés // Martalia💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora