CHICA INOCENTE (TAE Y TÚ)

C A P I T U L O 8~

-Hey, que ha pasado aquí? - Dijo Jisu

-No es lo que parece, enserio... - Traté de ocultarlo todo, cómo su ella fuese ciega, claro que sí.

-Yo creo que sí lo es... - Se me paralizó el corazón. ¿Y si ella sabía? ¿Y si se había dado cuenta de mis sentimientos? Dios mío, ¿Qué iba a hacer? Se burlaría de mí... - Supongo que te pidieron tarea y te negaste... Eso se lo hacen a muchos compañeros, ¡hablaré con ellos para que no lo vuelvan a hacer!

Y de nuevo, mi corazón volvió a latir. El nudo que tenía en mi estómago se había esfumado. Le di gracias a la vida por no haberme hecho pasar por el peor momento de mi vida. Enserio que por poco y me daba un ataque.

- Ehh... Sí, así es. No pararon de molestarme por eso... - Estaba nerviosa, pero traté de ocultarlo para que ellas no sospecharan... Espera, ¿¡Ellas!? ¿Por qué había una segunda chica al lado de Jisoo? No me había no fijado.

- Ah, ella es Hyuna, la razón de que no haya podido estar contigo estos días. Es nueva, y como viene a mitad de año, pues la he tenido que orientar.

Hyuna me dió la mano, parecía muy amable. Me pareció linda.

- Encantada, soy Hyuna, espero llevarme bien contigo. - Sonrió y hizo una reverencia. Pensé que venía de una familia noble y con dinero, ya que era muy formal y educada.

- Yo soy Soae, pero llámame Sae. - Levanté la mano para que me chocará los 5, pero no lo comprendió y me dejó tirada.

Pasaron las horas de clase y ya era hora de irse. Pensé en ir a casa de Nam y hablar con él. Se había hecho muy amigo mío, y realmente era un chico genial; amable, divertido, inteligente... Realmente un ejemplo del hombre ideal.

Quizás ahora estarán pensando que me gusta Namjoon, pero realmente es como mi mejor amigo, y no podría pensar en él de otra forma.
A demás, de que ya tenía a alguien en mente...

Llegué al hogar de los Kim y llamé al timbre. Cómo siempre, la voz ronca de Nam resonó por toda la casa con un simple "está abierto". Abrí la puerta y fui directa al cuarto de Namjoon, en dónde él, cómo siempre, estaba jugando a la consola.

- He traído dulces. - Dije en la puerta de su habitación. Llamé su atención en cuanto la palabra "dulces" salió de mi boca.

Hizo un ademán con la cabeza para informarme que entrara. Seguía muy concentrado en el juego, pero en cuanto abrí la cajita en dónde se encontraban los dulces dejó el control sin importar dónde.

- ¿Qué te trae por aquí, niña? - Dijo siendo el primero en sacar un dulce de la caja.

- Ya sabes que vengo todos los miércoles, y hoy no iba a ser una excepción. - Se me quedó mirando esperando a que yo dijera algo más. - Supongo que sigues sin acordarte de nada...

- En efecto. - Mi cara se tornó triste, no me podía creer que en todo el tiempo que llevaba visitando a Nam, no había podido sonsacar nada. - Niña, no te pongas triste, ya sabes que perdí toda la memoria de un mes, no entiendo por qué lo sigues intentando. Es inútil.

- ¡Claro que no, yo sé que sabes algo, y no quieres decirlo por miedo! - Me prendí en llamas. El caso de mi hermano fue cerrado hacía años, pero yo sabía que había pasado algo oscuro. Algo que puede que Nam supiera, y que le daba miedo a decir. - ¡Y no vayas a decir lo mismo de siempre; "todo esto que estás haciendo es en vano", porque hasta tú sabes algo que nadie más sabe!

Se quedó en silencio, seguía comiendo  el croissant tranquilamente, cómo si no le hubiese gritado hacía unos segundos.

- ¿¡ Me estás escu...?!

- Oye, Soae. - Dijo interrumpiendome. - Ya sé que el tema de tu hermano es muy delicado para tí, pero si supiera algo te aseguro que te lo hubiese dicho, y más ahora. - Se acercó a mí, dejando el croissant de nuevo en la caja, y me agarró de los hombros. Estábamos a pocos centímetros, y mis hormonas lo detectaron al instante. - Eres la chica más importante para mí, nunca te mentiría.

Me quedé totalmente en shock. No pude formular ni una sola palabra, ni un solo sonido, nada. Le miré los labios y relamía los míos. Él notó mi gesto y se mordió el labio inferior. Nos acercamos poco a poco hasta que nuestras bocas estuvieron a milímetros.

- Oye Nam, dónde dejaste la... - Abrieron la puerta de golpe y los dos nos separamos al instante.

La cara de Tae era un cuadro, literal, un puto cuadro. Se quedó sin palabras, y miró a Nam como si fuese un traidor.

- No es lo que parece... - Dijo Namjoon.

-¿Seguro?

Iba a decir algo, pero Nam me interrumpió.

- Soae, mejor vete.

- ¿Qué? Pero si no hemos...

-¡Qué te vayas!

Namjoon nunca me había gritado, nunca. Mis ojos se cristalizaron y decidí correr. No quise que ninguno de los dos me viese llorar.

Huí de su casa, y no supe ni qué hacer ni a donde ir. Simplemente decidí caminar sin rumbo. Y pensar en lo que había pasado.

Mis lágrimas seguían cayendo, y de la nada empezó a llover. Entré a la cafetería más cercana para no empaparme.

Al entrar me di cuenta de que era un karaoke. Tendría que haberlo supuesto por el nombre "Karaoke's café".

Me senté en una de las mesas y ojeé la carta. Pedí un Asiático y unas pastas.

Al principio comencé a ojear mi teléfono, ya que no tenía nada que hacer. Pero de pronto una voz suave acarició mis orejas. Alguien había decidido cantar "Love yourself" de Justin Bieber. Por supuesto, una genial elección para su dulce voz.

Todo el café calló para escuchar esa hermosa voz. Y yo hice un intento para ver quién era el autor de esa voz tan preciosa. Mi miopía no me permitió reconocer a esa persona así que decidí acercarme un poquito más para verle la cara.

Me levanté de la mesa en dónde me encontraba e hice cómo que iba al baño.

Yo seguía enamorada de esa voz, y no paraba de escucharla.

En cuanto me acerqué lo suficiente, mi cara cambió completamente. ¿Cómo podía él tener una voz tan hermosa? No podía creermelo.

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Hola bonitos! Cómo están? Vaaaleee, sé que quizás me demoré demasiado en actualizar, pero enserio suelo estar bastante ocupada. Bueno, lo importante es que ya actualicé, y hubo cositas nuevas que de seguro no se esperaban...