• Día 7 •

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La idea de Todoroki sobre celebraciones distaba mucho de lo que Midoriya, su novio, pensaba

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La idea de Todoroki sobre celebraciones distaba mucho de lo que Midoriya, su novio, pensaba.

Desde que había crecido, él estuvo acostumbrado a las grandes fiestas y banquetes: como hijo del héroe número dos, y viviendo en una adinerada familia de clase alta, Todoroki conocía de cerca lo que muchos llamaban la buena vida.

Para su cumpleaños jamás faltaron enormes pasteles, comida por doquier y restaurantes caros, interminables paquetes de regalos llenos de ropa de marca, el último modelo de celular o joyería; todos envueltos en brillante papel y moños más grandes que su cabeza. Viajes familiares al Caribe, incluso, para celebrar el Año Nuevo.

A nivel material, nunca le faltó absolutamente nada durante un cumpleaños o cualquier otra celebración.

Con los años, y luego de que su familia se disolviera por completo tras la muerte de Enji, su padre —que Fuyumi y Natsuo se consiguieran sus respectivos esposos, que incluso su madre le avisara que deseaba rehacer su vida en Hong Kong... y ni siquiera quería comenzar con todo ese asunto de Touya/Dabi—, no fue que comprendió lo que significaban las celebraciones en su hogar.

Para Shouto y todos los Todoroki, una celebración solo podía significar una cosa: una inmensa demostración de todo el amor y felicidad que no profesaban el resto del año.

Era casi como una oda a la falsedad y al cinismo. Y él amaba a su madre, a sus hermanos, y ya no detestaba tanto a su padre, pero Shouto tenía que admitirlo —ellos nunca fueron una familia de verdad.

Nunca tuvieron un sentimiento que les uniera como a otros que conocía. Porque las circunstancias les habían desunido, allí donde todos juntos debieron construir un amor familiar que poder celebrar en cada ocasión.

Pero entre tanto dolor, tanto miedo, tanto abandono, tantas mentiras...

Sencillamente no podía existir.

A veces, pensaba Shouto, era mucho más maduro admitir que algo no estaba destinado a funcionar. En lugar de intentarlo, intentarlo, intentarlo.

Fingir que eran una familia de verdad era tonto, era inmaduro, y te lastimaba: Shouto deseaba haberlo comprendido antes —quizá se ahorraría lágrimas, sentimientos de frustración por creer que el problema era suyo y no de una familia que jamás funcionó.

Así que cuando Shouto comenzó a salir con Izuku Midoriya —sí, ese niño pecoso y sencillo, cuya única meta en la vida, además de ser un héroe, era coleccionar toda la mercancía de All Might posible— hubo un choque de pensamientos acerca de qué hacer para celebrar las cosas.

¿Aniversarios? Midoriya se ponía como loco cuando Todoroki proponía gastar más de doscientos dólares en una cena formal.

¿Cumpleaños? Quizá el viaje sorpresa a las Bahamas era demasiado...

Y A Todoroki le frustraba no entenderlo, al principio. Le hacía sentir otra vez como si el del problema fuese él: quizá no estaba poniendo el suficiente esfuerzo, ni el dinero correcto...

TodoDeku Week 2019 - [BNHA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora