Waking The Demon

Epílogo

–Aquí estoy, tal y como te lo prometí.

Fitoria asintió, sentada en el trono de su reino sagrado.

–Las oleadas se han vuelto demasiado fuertes. Debemos hacer el ritual cuanto antes, pero...

–¿Pero? – preguntó Naofumi.

–Me preocupa que los héroes invocados sean demasiado débiles. No tendrán tiempo para hacerse más fuertes.

–Ya he pensado en ello. – sonrió. –, Les otorgaré mi poder a cada uno. De esa manera, podrán luchar sin problemas.

La reina lo observó en silencio. Hacer el ritual por sí sólo ya era un suicidio, pues consumiría incluso parte de su energía vital. Notó la determinación en los ojos del héroe y entonces lo supo; él lo haría sin importar las consecuencias.

–Entonces, comencemos.

Naofumi llevó a cabo el ritual de invocación, tal y como lo había planeado con Fitoria durante un tiempo. Círculos de magia de alto nivel aparecieron en el suelo, mientras se abría el portal entre los universos.

A pesar del gran poder que poseía, la invocación le estaba exigiendo todo de sí, ya que era de suma importancia que fueran héroes fuertes los que aparecieran.

Su vitalidad comenzó a descender, mientras poco a poco los nuevos santos comenzaban a aparecer.

Después de un largo y agotador ritual, los nuevos cuatro héroes fueron invocados. Sus cuerpos comenzaron a materializarse lentamente ante la mirada de Naofumi y Fitoria.

–Ha sido un éxito. – confirmó la reina, sintiendo el poder proviniendo de ellos.

–Fitoria. – dijo Naofumi, dándole la espalda. –Por favor, evita que mi historia se repita. Salven este mundo de la destrucción, se los encargo.

Ella se sorprendió al ver cómo dos personas estaban a lado del héroe. Una de ellas era una demihumana y la otra una filolial, igual que ella.

–¡Vinimos por ti, maestro! – Filo tomó su mano.

–Es hora de irnos, Amo Naofumi.

Tomó su mano sonriendo y él asintió.

–Sí, vamos. – después de esas palabras, su cuerpo se desvaneció como el polvo.

Los nuevos héroes finalmente aparecieron y las armas fueron a ellos. Aquel día comenzaba la historia de la nueva generación, que cargaba con el deseo de un héroe que alguna vez se perdió.