Capítulo 19. Cita.

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Empecé a jugar con la comida en mi plato mientras mantenía mi barbilla apoyada de mi mano.

Que horrible sensación cuando estás con alguien y desearías estar en otro lado, y con otro alguien.

— ¿No te gustó la comida?

Choi me sacó de mis pensamientos, me enderecé de inmediato y recordé que estoy en lo que se supone que debería ser una cita.

—Perdóname, sí, está rica. -Sonreí mientras cortaba la carne- Es que estoy un poco cansada, eso es todo.
—Lo sé, y más aún en lo que trabajas tú, es mucha carga emocional. -Sonrió genuinamente intentando darme ánimos-
—Sí, es así. -Respiré profundo y seguí mirando mi plato-
— ¿Sueles encariñarte con tus pacientes? -Me miró atentamente-
—Bueno... Sí, a veces. Creo que es un poco inevitable -Le di un sorbo al jugo que había pedido- Son niños, unos más vulnerables que otros.
— ¿Hay uno en particular que te haga sentir así?

Pensé en Jun de inmediato, y pensé en contarle de él pero de cierta manera sentí que eso era algo en lo que estábamos Tae y yo nada más.
No quería borrar eso, no quería compartir con otra persona lo único que podíamos compartir él y yo.
¿Un poco tonto? Sí, admito que sí lo es.

—Bueno, me sucede con varios realmente. -Reí- Pero sí, suele haber uno más vulnerable que otro con problemas de abandono, y cosas así.
—Qué fuerte. -Hizo una mueca y se quedó en silencio por un momento- ¿Cómo fue tu niñez?
—Mmmm -Dejé los cubiertos a un lado- Viví con mis padres, eran y siguen siendo muy buenos conmigo, y siempre fui de pocos amigos la verdad. -Reí-
— ¿Eso es todo? -Rió también-
—Bueno... Sí. Mi vida es un poco aburrida.

Ambos reímos y él negó con la cabeza, le dio un sorbo a su copa de vino y se me quedó mirando, yo me sonrojé y le fruncí el ceño.

— ¿Por qué me ves así?
—Eres linda -Dejó la copa en la mesa y me miró otra vez- Dudo que seas aburrida.

Me sonrojé y miré a otro lado. ¡No sirvo para estas cosas!

— ¿Quieres postre? -Agarró el menú-
—Oh no, no, estoy muy llena -Me toqué la barriga- de verdad muchas gracias.

MENTIRA, siempre quiero postre, pero en verdad esto de las citas se me da un poco mal y me comienzo a incomodar rápidamente, no es algo a lo que estoy acostumbrada y mientras más pronto termine, mejor será para mí.
Al momento de que llegara la cuenta me ofrecí en pagar y Choi no me lo permitió de ninguna manera, por lo tanto él terminó pagando todo y nos levantamos de la mesa, me ofreció su brazo para apoyarme en él y caminar así hasta el auto.

—Sé que recién me conoces y quizás no tienes idea de mis intenciones, pero te aseguro que son buenas. -No me miró y siguió caminando-
—También lo presiento de esa forma, no te preocupes. -Lo miré rápidamente y volví a mirar al frente-
—Te dejo en tu casa, ¿Verdad?

Asentí con la cabeza y sonreí sin que me viera.
Considero que es lindo cuando no existe esa presión tan primitiva de por medio en donde el chico solo espera invitarte a comer para después acostarse contigo.
Choi condujo hasta mi residencia y se estacionó, apagó el carro y se me quedó mirando.

—Gracias por acceder a cenar conmigo.
—Gracias por invitarme -Sonreí-
— ¿Nos vemos mañana?
—Bueno, sí, trabajamos cerca -Reí-

Choi rió también y cuando la conversación cesó, me despedí de él con un beso en la mejilla y me bajé de su auto. Caminé hacia el ascensor y a mitad de camino me volteé para volver a despedirme con la mano y sonreírle.
Él me hizo un gesto con su mano y encendió su auto para después irse también.

~El desorden que dejas. [Taehyung] (BTS) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora