【 ᴜ ɴ 】

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☾ ʸ ᵉˢ ᵠᵘᵉ ᵖᵃʳᵃ ᶜᵒᵐᵉⁿᶻᵃʳ ᵉˡ ʲᵘᵉᵍᵒ ˢᶦᵐᵖˡᵉᵐᵉⁿᵗᵉ ᵗᵘᵛᵒ ᵠᵘᵉ ᶜᵒˡᵒᶜᵃʳ ˡᵃˢ ᵖᶦᵉᶻᵃˢ ᵈᵉˡ ᵗᵃᵇˡᵉʳᵒ ᵈᵉ ᵃʲᵉᵈʳᵉᶻ. ☽


Verano, 1899.



Fue ese mismo año en el que Gellert conoció a Albus, y vio una buena oportunidad en el. Hacía unos cuantos meses que había llegado al valle de Godric, tras descubrir que el primer dueño de la capa de invisibilidad había sido sepultado ahí. Le pidió a su tía abuela Baathilda Bagshot que le permitiera quedarse por un tiempo ahí.


Descubrió que la casa de la misma era un completo tesoro, tan llena de increíbles artefactos y libros que le permitieron expandir sus conocimientos acerca de las artes oscuras. Poco a poco, le empezó a gustar el lugar más. 


Un día, al inicio del verano, su tía le pidió que le llevara un encargo a la familia Dumbledore, Gellert aceptó con una amable sonrisa, pero una vez su tía no le veía rodó los ojos, considerando una total perdida de tiempo salir.Caminó por las calles del lugar hasta llegar a la casa a la que tenía que ir, tocó el timbre y le abrió un joven de cabello castaño, casi negro, con mala cara. 

—¿Necesitas algo?—Preguntó aquel muchacho enarcando la ceja, pero un segundo después, antes de que gellert respondiera, se escuchó otra voz, también de hombre, diciendo: —¡Aberforth no seas grosero!— Exclamó con molestia, el mencionado se fue, dejando a cargo al recién llegado.

Este era un poco más grande que el anterior, al parecer de su edad. Cabellos igualmente castaños, pero claros, tirando al rojizo. —Buenas tardes, lamento lo de mi hermano, a veces puede ser un poco... grosero.—Contestó sonriendo.

Albus se sentía extrañamente nerviosos bajó la intensa mirada azul del otro.

Está de más decir que este joven llamó de inmediato la atención del rubio. —No te preocupes.— Dijo con su encantadora voz. —Mi nombre es Gellert, mi tía, Bathilda, les manda esto. —Le aclaró extendiendo el paquete que traía en sus manos, color café.

El otro lo miró descolocado, pero un segundo después agradeció, aún ligeramente extrañado.

—Nos vemos.—Dijo suavemente Gellert, llevando sus manos a los bolsillos de su saco con galantería disfrazada por gestos amables. 

Dio media vuelta, para regresar por donde había venido y comenzó a caminar, la voz del otro le detuvo. —¡Hey!— El rubio se detuvo y con movimientos elegantes y lentos -sin llegar a ser perezosos- contestó: —¿Sí?

El otro, con un tono casi innotable de rojo en sus mejillas, dijo:—Mi nombre es Albus Dumbledore, fue un gusto igual.—Pausó un momento y luego agregó:—Espero que nos volvamos a ver un día de estos.

Gellert sonrió, conmovido por lo adorable que le pareció el otro:—Lo mismo digo, ¿Qué te parece que nos veamos mañana, en el centro? 

—Claro, ahí nos vemos.— Tras eso, el rubio volvió a comenzar a caminar, sintiendo la mirada del otro, analizando lo sucedido.




Espero que disfruten la historia.  ꈍ .̮ ꈍ

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⏰ Última actualización: Jun 10, 2019 ⏰

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