CAPÍTULO XII: SE HACE JUSTICIA

32 2 0
                                    


Betty's POV
Acabábamos de salir del juicio y todo había ido muy bien, claro, todo lo bien que puede ir un juicio.

Gladys Jones había sido acusada de intento de homicidio y de venta y producción de una de las drogas más adictivas y letales de todo Riverdale. Llamaron a testificar a Veronica, a Jughead, a Jellybean, a Fp y a mí pero ninguno de nosotros lo pasamos especialmente mal en el estrado ya que todos teníamos una intención muy clara y fijada, que Gladys Jones permaneciera entre rejas el resto de su vida.

El juicio terminó a la hora de comer por lo que quedamos con Archie, Veronica, el padre de Archie y la familia de Jughead a comer en el Pop's.

Jughead y yo nos estábamos dirigiendo hacia allí en coche, pero había algo raro en el ambiente.

Se había creado un silencio muy tenso e incómodo y yo sabía que de un momento a otro, algo estallaría.

De repente noté como el coche frenaba en seco y me giré para mirar a Jughead y ver lo que pasaba. Él estaba desplomado sobre el volante llorando.

¡ Jughead! ¿ Qué pasa cariño? - pregunté mientras me desabrochaba el cinturón para acercarme a él.

Todo es mi culpa - sollozó.

Yo me salí del coche para luego entrar por la puerta del conductor y sentarme al lado suya. Le di un fuerte abrazo e hice que me mirara directamente a los ojos.

¿ A qué te refieres Jug? - pregunté intrigada y preocupada.

No te protegí cuando tenía que hacerlo. ¡ Y por mi culpa casi te mueres! - gritó llorando a mares.

No... no Jughead. Mira - dije mientras le acariciaba el rostro - nada de lo que ha pasado es tu culpa. Tu madre te amenazó a ti y no a mí. Ni tú ni nadie podía imaginar que algo así podía ocurrir. No es tu culpa, por favor tiene que creerme, ¿ vale?

¿ Me perdonas? - dijo en un suave llanto.

Si eso te deja más tranquilo, entonces sí, te perdono.

Tras eso estuve hablando con él un rato para calmarle y nos dirigimos al Pop's donde estuvimos hasta el anochecer hablando, riendo y celebrando la victoria que habíamos conseguido. Lo que nadie sabía entonces es que esa batalla no había llegado a su fin, no todavía.


Amor o RiesgoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora