Capítulo 5

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Ver aquellos verdes la hacían recordar lo que había ocurrido hace 28 años, en esa época solamente era una joven e inocente chica con una vida planeada y perfecta, pero todo cambio en el momento en que su mirada se cruzó con la de él.

Su padre la había obligado a ir a la gala de la OPM que se celebraba cada año en la gran mansión de campo de la era dueña la organización, y cómo cada año solo la gente importante de todo Reino Unido se reunían para celebrar dos cosas: 1-. La victoria sobre los foscos y 2-. Que eran gente más rica y poderosa de toda una nación.

Desde que recuerda siempre había estado rodeado de aquel mundo de lujos y poder, pero nunca se sentía parte de él, a diferencia de hermano que los humos se le habían subido por completo a la cabeza y pensaba que podía hacer lo que quisiera sin que hubieran represalias; y todo gracias a que su padre quien era parte del comité directivo de la OPM Internacional y eso le daba un mayor poder sobre cualquier autoridad.

Después de la ceremonia de apertura, decidió que un poco de aire fresco le iba ayudar a calmar ese dolor de cabeza que comenzó a darle a causa de todo el alboroto que se estaba dando a su alrededor. Se levantó de la enorme mesa y comenzó a caminar entre aquel enorme mar de personas.

Agradecía que ambos de sus padres se encontraban hablando con sus respectivos amistades y que su hermano se encontraba con su grupo de amigos en la mesa de bebidas embrigándose como se costumbre , por lo que no hubo ningún inconveniente de qué se alejara de aquel lugar. Mientras atravesaba todo el gran salón, pudo reconocer algunas caras familiares de compañeros del colegio, amigos de sus padres y uno que otro famoso, pero nos les presto mayor importancia ya que lo que más quería era salir de aquel lugar.

Cuando por fin estaba a unos pasos de llegar a aquella enorme puerta de cristal que daba hacia el enorme balcón, una voz conocida hablo desde sus espaldas interrumpiéndola.

-La fiesta es aquí adentro

Sabia de quién era esa voz, justamente era de la única persona que más quería evitar en toda la fiesta, pero al parecer su plan se pasar desapercibida no había funcionado del todo.

-Claramente me doy cuenta - dijo ella de manera irónica mientras giraba para poder ver cara a cara a aquella persona que tanto le desagradaba.

Marco Williams estaba parada frente a ella, mirándola como siempre lo hacia de forma coqueta y lujuriosa , realmente su presencia la hacia sentir incomoda de todas formas posibles.

-Hey Johanna

-Marco- contestó de manera desagradable

-¿Por qué siempre me tratas mal?- preguntó él de forma burlona- si todo las chicas mueren por simplemente tener mi atención.

-Por que a diferencia de tus putas- dijo ella mientras se acercaba lentamente hacia él llegando al punto en el que los labios estaban cerca del odio de éste- yo no muero por un idiota como tú- le susurró de manera sensual, para después alejarse sin darle la oportunidad de volver hablar.

Por unos segundos quedo petrificado ante lo que había ocurrido hace unos momentos, pero después reaccionó ante lo ocurrido y antes de que pudiese hacer algo más vio cómo Johanna salía hacia el balcón dejándolo solo.

- Tarde o temprano serás mía- dijo de manera burlona mientras se giraba y se perdía dentro de la pista de baile.

Johanna estaba realmente frustrada por él encuentro con Marco de hace unos segundos, de nada servia que el exterior de aquel fuera hermoso, por que ella no podía negar que Marco era hermoso, con unos ojos azules celeste , un estructura ósea muy marcada, unos labios realmente carnosos y un cuerpo totalmente trabajado eran lo que hacían ser a Marco un demonio vestido de ángel.

Se conocían desde niños, ya que por desgracia el padre de éste era quién lideraba la junta directiva de OPM donde su papá era participe y sin olvidar que ambos hombres eran mejores amigos de toda la vida, por lo que en cada recuerdo de su infancia y adolescencia Marco se encontraba presente.

Cuando por fin logró salir al enorme balcón y la brisa nocturna tocaba cada parte de su cuerpo se sintió mas relajada, cerró sus ojos unos segundos para disfrutar de aquella tranquilidad. Deseaba poderse sentir así cada segundo de su existencia pero sabia que era imposible, ya que estaba destinada a una vida donde su libertad era solo una palabra.

-Desearía poder vivir mi propia vida a mi manera - dijo mientras miraba a las estrellas que iluminaba la oscura noche con la esperanza de que estas cumplieran su deseo.

-Cuidado con lo que deseas por que se te puede cumplir- hablo una voz a su espalda sorprendiéndola por completo.

Giro por completo para poder enfrentar al dueño de la voz que la había echo sentir un cosquilleo por todo el cuerpo hace unos segundos, pero cual fue su sorpresa al ver que una mirada penetrante y desconocida la observaban de forma curiosa pero con cierto interés.

No se fijo en la apariencia del desconocido frente a ella ya que estaba completamente perdida en aquellos ojos verdes que hacían que su corazón latiera mas fuerte de lo normal.

-Johanna- dijo una voz interrumpiendo su recuerdo y haciendo que esta regresara a su verdadera realidad.

Miro al chico frente a ella y comenzó a sentirse nerviosa de nuevo, no esperaba volverlo a ver, pero al parecer la sangre siempre llama. Habían pasado 10 años de la ultima vez que lo vio y realmente estaba sorprendida por lo grande que se encontraba, no podía negar el gran parecido que tenia con ella a excepción de los ojos, que eran iguales a los de él.

-¿Qué haces aquí?- cuestiono de forma ruda a Jonathan

-Necesito tu ayuda- contestó Johanna de manera desesperada- Es que mi hijo se..

-Vienes hasta aquí después de muchos años- gritó Jonathan cambiando su semblante de serio a enojado- y me vienes a pedir que ayude a tu hijo si reconocido.

-Ess quee- balbuceo Johanna mientras caminaba para atrás de forma asustada.

-Es que que?, piensa que después de mantenerme oculto como tu puto secreto por tantos años- dijo Jonathan mientras se acercaba a ella de forma amenazante - crees que tienes el derecho de venir y pedirme ayuda cuando en toda mi puta vida solo te he visto dos veces Johanna , dos malditas veces!.

Johanna solo se quedo calla por qué sabia que todo lo que le decía su "hijo" era cierto, pero realmente ahorita no importaba todas esas cuestiones del pasado, a ella le importaba más poder ayudar a Louis y no se iba ir de ahí hasta conseguirlo.

-Mira tú no entiendes nada- dijo ella firme mente- todo tiene una razón y créeme que la sabrás en su momento, solo te pido como tu madre que ayudes a tu hermano.

-¿Hermano?, ¿madre? - rió de forma sarcástica Jonathan- ustedes no son nada mío y no me importa ni una mierda tus razones, eh podido vivir con tu ausencia todos estos años y créeme que así lo seguiré haciendo, así que hazme un favor y lárgate junto con tu hijo de aquí.

Y con eso Jonathan cerro de un portazo la puerta de lo que era su hogar dejando a Johanna sorprendida y sin tiempo para contestarle.

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⏰ Última actualización: Jun 05, 2019 ⏰

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