Dejad, los que aquí entráis, toda esperanza. ..
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Una puerta de color escarlata, detrás una casa como todas las que hay a lo largo de Corea del Sur, ¿qué esconde esa construcción? ¿Qué hace que todas sus alarmas se encendieran, sin previo aviso? El hombre de aspecto corpulento, fue el primero en escapar de la tensión que generó dentro del automóvil. Quitándose tanto el cinturón, saliendo del asiento y desprendiendose del volante que tuvo bajo su propio poder.
Ninguno de los dos se sincronizaron para abandonar el carro; por el contrario, existió una diferente entre los tiempos y tal para que éste tuviese mayores libertades de abrir aquel pesado portón rojo.
Finalmente, ella desciende apoyando la punta de su zapatilla en el asfalto y subiendo por arriba del grueso cordón de la vereda. A su vez, ingresado detrás de él, percibió que en la entrada del porche tiene puesto un panel numérico de seguridad. A su criterio, un detalle bastante llamativo que desentonaba con el diseño de aquella propiedad de dos plantas, que seguramente se databa de entre los años 1960 y 1970.
—¡Hey! ¡No miraré su clave numérica!
Ella mostró enseguida las manos en señal defensiva, ya que una parte del perfil de éste le observaba de rabillo sin emoción y todo porque se le puso demasiado cerca.
—Espero que no lo hayas hecho—lo susurró para sí; casi de forma severa y a sabiendas que la chica de la bicicleta le seguía como si fuera un perrito necesitado de afecto.
Es tan insufrible por momentos; razonó internamente, Sangwoo. De verdad. Ojala que ese cerebro de mierda capte tal simple orden, o tendré que tomar ciertas medidas que no son eticamente una delicia.
—No crea que me cautiva que sea tan misterioso—dijo, juntando nuevamente valor y no dispuesta a permitir que ese sujeto le hiciera sentir como la mierda por una tontería como lo de "mirar" su maldita clave. A lo que, en esa nueva postura, causara que su compañero delinease una sonrisa cargada de suma malicia; y en parte, por ser seducido fácilmente también con su torpe necesidad de no aprender a cerrar esa santa boquita.
—¡Ah!—Se frenó a la mitad él, solamente para ubicarse en el escalón que hay en el interior de la casa y desatar los cordones de unos pesados borceguís militar— No se atreva a pasar de esta linea, punk. Sin zapatillas.
¡Deje de llamarme así, coño!
—Descuida. Soy la que estoy con más prisa— le regresó a insistir demostrado que era verdad. En tanto, ésta continuaba de pie frente a él y estudiando cómo iba terminando de desajustar el ultimo cordón en menos de un segundo. ¿De dónde aprendió a tener tanta velocidad? ¿Y más con esas manos tan grandes?
No saltó la presencia de un par de zapatos marrones, puestos juntos en una esquina y de los que seguramente pertenecería a alguien más. ¿Un posible familiar o amigo?
—No se malgaste en hacer cosas innecesarias—Le reprochó desviando su atención a él, mientras se erguía con su atlético cuerpo y caminando por un extenso pasillo; que a leguas se vislumbraba que se conecta a una posible cocina.
Ciertamente, si ésta hacia un calculo exhaustivo de los sucesos en sus veintidós años, esto que le sucedió hace milisegundos superaba con creces a cualquier otra cosa y para colmo su salvador tuvo un cambio repentino de humor.
Por si las dudas, ella se mantendría a un costado y no va a ser reiterativa. En una de esas innumerables casualidades del destino, ella decidió bajar su perspectiva a sus zapatillas y encontrando con que tenía una de las agujetas mal enlazadas.
Que raro..Igual esto no me extraña.
En realidad, ésta tenia el mal defecto de nunca elaborar correctamente un nudo y se colocaba en una posición de que en cualquier punto iba a besar el piso. Cómo si se olvidara de todo lo alucinante que le ocurrió hasta ahora, se apoderó del lugar en donde el dueño de la casa estuvo antes y se puso a trabajar en el tema del nudo de las agujetas.
Hasta que por encima de esa equilibrada atmósfera, un lejano ruido le detuvo cualquier movimiento manual y se enfocara despacio a fijarse en el más allá de su retaguardia. ¿Estaría demasiado sugestionada por estar a solas en propiedad ajena?
¿Será él?
Tragó consecutivamente saliva.
¿No se justificaría tan solo asomándose desde el fondo del pasillo?
Dedicatorias de para este capitulo a: Ivanna A. y Twonmin (más adelante sumaré los nickname de los nuevos lectores que se animen a leer está historia). <3
Sinceramente no me pude contener a subir otra parte de esté relato. Siento que cada vez se pone más emocionante (y sí, no me importa hypear con mi propio relato, ¡ja!). Bueno, he sacado a relucir MÁS de la oscura personalidad de Oh Sangwoo. Algo que por cierto es todo un reto, porque el personaje es complejo y tiene sus cosillas que quise tratar de mantener tal cual es.
Por otro lado, no sé qué tal va cayendo mi protagonista, porque tiene sus altas y bajas. Hasta el momento, ¿se nota exagerada? ¿parece muy infantil para tener 22 años?
En fin, creo que es todo de momento. Les mando un abrazo grande!
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Dementia || Oh Sangwoo
Fanfiction《Estos hechos ocurren antes de que conozca a YoonBum. Oh sangwoo tendrá una extraña amistad con una chica común y lidiara de paso con los inicios de su sociopatia.》 ~Oh Sangwoo es de Koogi (Killing Stalking) ~ Actualizaciones: Una vez por semana. ...