04

214 37 2
                                    


"Deseo concedido".


De pronto todo se volvió oscuro, pero una luz pequeña alumbró mi camino.

- ¡Oye! Despierta. - dijo una voz masculina. Levemente abrí los ojos hasta ver aquella persona.

- ¿Estas Bien? - dijo un chico.

- ¿Que me paso? - susurre en voz baja. 

- Te has quedado dormida. Es hora de ir a clase.

Algo no encajaba. Hace un momento estaba en un parque con un conejo y ahora me encuentro en un instituto. Además de eso  mi ropa ha cambiado. ¿Porque estoy utilizando un uniforme que no es mío? Es muy extraño.

Supuesta-mente debía ir a mi clase pero los pasillos de este instituto eran diferentes. Y que decir de mis compañeros, la mayoría de ellos no tenían los ojos a chinados.

Después de buscar mi clase, finalmente llegué a una. Entre y me senté en un asiento que estaba vacío. Observe que la clase tenía un ambiente diferente a la mía. De pronto un profesor al que nunca había visto entró y empezó a pasar lista. Mire a mi alrededor y me pregunte a mi misma si esta era mi clase. Posiblemente, me había confundido de clase, así que levante la mano y pregunte al profesor.

- Disculpe profesor. - el me miró confundido - creo que me he confundido de clase.

Entonces él me contesto en ingles. Al parecer no había entendido mi pronunciación, ya que me dirigí a él en coreano.

- oh, lo siento. - le respondí en ingles - creo que me he confundido de clase.

- ¿Cual es tú nombre?

- Me llamo Amelia Tuan. 

En ese momento mis compañeros se empezaron a reír. Uno de ellos levanto la mano y dijo:

- ¿enserio te llamas Amelia Tuan? El único Tuan de nuestra clase es él. - se dirigió a un chico que estaba durmiendo en la mesa - ¡Vamos Mark, despierta! Están pasando lista. Hay una chica que dice tener tu mismo apellido.

No puede ser... Papá...

No lo dude ni un segundo más. Salí de aquella clase corriendo como si un fantasma me estuviera siguiendo. 

Me pregunte una y otra vez donde estaba hasta que me coche con una persona. 

- ¡Amelia! - dijo sorprendido.

- ¡Thiago! - me lancé encima suyo y lo abracé.

- Amelia me estás ahorcando. ¿Que te paso? Estas temblando.

- Thiago estoy muy asustada. - dije mientras lo seguía abrazando.

- tranquilízate. Mira me. - le miró - ¿porque estas asustada?

- siento que no estamos en casa.

- tu también lo has notado.

- asiento - antes estaba vestido de una manera diferente y ahora estoy con este uniforme que nunca lo había utilizado.

- es el uniforme del instituto (X). Es el instituto que Sofía y yo asistimos cuando nos transferimos.

- ¿Como? - dije confundida

- Creo que estamos en Estados Unidos. Recuerdo que estaba en mi habitación con Sofía y de pronto todo se volvió oscuro.

- ¿Sofía estaba contigo?

- si, la estoy buscando.

- Thiago...

- ¿si?

- me creerías si te dijera que hace un rato estuve con papá.

- ¿Papá? ¿Donde?

- en ese instituto. Solo que... se veía muy joven.

- ¿joven? - dijo confundido - no estoy entendiendo nada.

- hay algo que no te conté. Resulta que yo...

De pronto un grito me interrumpió. Corrimos hacia ese grito. Llegamos a un parque. Allí pudimos observar a los gemelos y sofia defendiéndose de un conejo.

- ¡Ese conejo! ¡Es él! - grite y mi hermano me miro confundido. 

Corrí detrás de ese conejo. 

-¡Tú maldito conejo! Se que eres tú. 

- ¡Hermana! - gritaron los gemelos. 

- ¿Conoces a ese conejo? - asentí - ¿Por qué nos esta atacando? 

- ¿Qué has echo? - me dirigí al conejo - ¿Por qué estamos en este lugar? Quiero volver a casa. - dije muy enojada. 

En ese momento el conejo se detuvo de dar golpes a mis hermanos.

"He cumplido tu deseo"

- ¿Mi deseo? 

Me puse a pensar en aquel deseo. Antes de aparecer en este lugar me encontraba en un parque, y antes de llegar a ese sitio, tuve una discusión con mi madre. Eso me llevo a pedir un deseo...

- Thiago acabas de escuchar lo mismo que yo ¿verdad? 

Los chicos escucharon hablar al maldito conejo. 

- Entonces quiero que anules ese deseo. Quiero volver a casa.

"Eso no se puede hacer."

-¿Que? ¿Por qué no? 

"Un deseo no se puede anular de ninguna manera."

-¿Entonces como? - dijo mi hermano. Él se veía muy serio.

"Tiene que pasar un tiempo."

- ¿Cuanto? 

"25 años. - dijo sonriendo - Cuando un humano pide un deseo y lo quiere anular debe esperar 25 años para que pueda volver a pedir otro deseo."

- Esto no puede estar pasando. No podemos esperar 25 años. 

"Aunque... hay otra manera de romper ese deseo".

- ¿como?

"Con un beso verdadero. Si vuestro padres se besan. Todos ustedes volverán a la normalidad."

- Si... hacemos eso, podremos volver. 

- Entonces no perdamos más el tiempo. Busquemos a nuestros padres de inmediato y hagamos que se den un beso.  - dijo uno de los gemelos.

En ese momento el maldito conejo se empezó a reír.

"Ay, que niños mas divertidos."

- ¿Por qué te ríes maldito conejo?

"Vaya, me recuerdas a alguien."

- Deja de pelear con ese conejo y pongámonos en marcha. 

- ¡Sí! - dijimos todos a la vez. 

De inmediato salimos  corriendo en busca de nuestros padres. Solo debemos hacer que ellos se besen. ¿Qué puede salir mal?

 <--------->

Narra "sr. conejo"

Lagrimas de dolor... es lo que en este momento Noa está sintiendo. Pude observar que su relación con sus hijos no iba muy bien, en especial con la pequeña Amelia. Esa niña esta llena de rencor. Está dolida. Siente que sus padres no la quieren y que sus hermanos prefieren a otra mas que a ella. Es por eso que Amelia debe darse cuenta de lo que tiene antes de que lo pierda para SIEMPRE. 

Espero que logren cumplir su misión a tiempo.  


Un nuevo comienzo《3r Temporada》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora