Un nuevo comienzo《3r Temporada》

05

Han pasado 2 horas desde que los empezamos a buscar. Amelia y los gemelos fueron juntos a buscar a papá, y hasta ahora no han regresado. Sofia y yo hemos estado buscando a mamá pero no hay rastro de ella. En unas horas se habrá hecho de noche y debemos buscar un refugio. 

- ¿Que haremos ahora? - dijo sofia desanimada.

- tranquila, la encontraremos. 

Ups lo siento... ¿Esta bien?

Me di la vuelta al escuchar esa voz. Un poco cerca de nosotros observe a una chica de cabello largo y color negro que llevaba puesto un uniforme. A lado suyo había otra chica muy similar a ella. La observé y di con ella. Antes de que todo esto sucediera, mucho antes, sofia y yo observamos las fotos antiguas de papá y mamá, y estoy seguro que esa chica es mamá. Vi que mamá y la otra chica se estaban subiendo al autobús. Agarre de la mano a Sofia y sin dejarla hablar corrimos hasta llegar al autobús. Subimos pero nos dimos cuenta de que no llevábamos  dinero, así que el chófer nos hizo bajar. El autobús termino marchándose.

- ¡Mierda! - grite. 

- ¿Que viste?

- En ese autobús iba mamá.

Cuando pensé que lo habíamos conseguido...  justo nos surge un problema. Amelia regreso sola y asustada. Los gemelos se habían perdido. Estaba tan enojado que termine asustando a mi hermana y a sofi. Me disculpe con ella pero ahora todo se complicaba.

Después de un buen rato caminamos por una urbanización. Las chicas tenían hambre y dolor en los pies. Es normal no hemos parado desde que llegamos.

- Si no me hubiese despistado, ellos seguirían aquí con nosotros.

- no te culpes hermana. - dijo sofia - estoy segura que ellos estarán bien.

- Por ahora descansemos. 

Nos sentamos en unas escaleras de una casa. ¿Porque nos esta pasando todo esto? Que haría en estos momentos papá.

-¿Quien sois? - escuche la voz de una chica cerca de nosotros.

Nos levantamos rápidamente.

- N-Nosotros... - tartamudeé.

- Violeta no te puedes esperar. Estos niños no pueden caminar mucho. 

- ¡Hay Celeste! de todo te quejas. 

Mis ojos no se podían creer lo que estaban viendo.  Sentí los ojos húmedos. Ella era MAMÁ. Sentí un impulso por abrazarla pero no podía hacerlo, ya que sería muy raro que un chico desconocido  la abrazará. 

- Disculpa... ¿Quién sois? - dijo mirándonos. 

- Nosotros... he... bueno... - dije nervioso. 

- ¡Hermano! 

De pronto escuchamos la voz de mi hermano pequeño. Milán y Alex estaban bien. 

- ¿Dónde os habéis metido todo este tiempo? Estaba muy preocupada. - dijo Amelia. 

- Lo sentimos... - agacharon la cabeza.

- ¿Son vuestros hermanos? - yo asentí - estaban perdidos. - dijo una de ellas.

No podía parar de mirar a mamá. Ella se veía tan bonita. Ahora entiendo porque papá se enamoro de ella. 

- Bueno ¿necesitáis alguna cosa mas? 

- no... - dijo sofia.

- Celeste será mejor que entremos en casa. Ya sabes que a mamá no le gusta que pasemos mucho tiempo en la calle. - ella asiente.