El destino juega de diversas formas y reta a las personas a realizar cosas que jamás no atreveríamos de no ser que sea la última oportunidad, es decir, como una medida extrema.
En este caso Chase había tenido toda la suerte del mundo. O tal vez no estaban destinados del todo a estar lejos.
Kathleen tenía en sus manos un sobre para ella. Las manos le temblaban al punto de no poder abrirlo. El chico que alguna vez quiso y el mismo que le rompió el corazón estaba de vuelta.
Es cierto que el sobre no tenía la dirección actualizada, Kathleen se había mudado hace seis meses por deseos de sus padres, nadie lo sabía, excepto su círculo de amigas cercanas. Nadie más. Porque existía una razón... No quería ser encontrada.
“¿Me cubres, Patrick? Debo hacer algo”, comentó saliendo de prisa hasta el parque más cercano. Deseaba con ansias leer lo que había adentro.
Tomó asiento en la banca más cercana y finalmente, bajo la ansiedad, abrió el sobre y extrajo el papel que se ocultaba en el sobre.
Dió un respiro e hizo lo debido.
Querida Leen,
No sé realmente por dónde empezar. Soy la peor persona escribiendo cartas y sé que tarde o temprano terminaré arruinando esta, sí no es que ya lo hice...
Hace un tiempo que había querido hacer esto pero quería darle tiempo al tiempo, pensar y analizar las consecuencias de mis acciones. La primera fue que debía prepararme para cualquier cosa, porque hay dos opciones, una es que respondas la carta de este chico que te extraña o que simplemente la ignores.
No te culpo, fui un cretino creyendo que ocultar mis sentimientos hacia a ti iba a ser lo mejor y lo más fácil. Pensé en mí y me olvidé de no hacerte daño. Fui un idiota egoísta que no midió sus acciones y aquí me tienes ahora, pidiendo perdón una vez más.
Lamento cada cosa que hice mal, siento que te hayas enamorado de la persona equivocada y pido disculpas por no mostrarme como debería.
Pido perdón por cada momento malo que te hice pasar, pero no por el hecho de haberte conocido.
Todo este tiempo me he sentido devastado, Leen... Me haces falta.
No espero que corras a mí pero he vuelto por esa segunda oportunidad. Cuando te dije aquella vez que quería enmendar mis errores, hablaba en serio.
Aquí me tienes, esperando por ti.
Me despido deseando con todas mis fuerzas que una respuesta llegue a mis manos.
Regresa a mi vida. Quiero que conozcas al verdadero Chase.
Con cariño,
C.Kathleen permaneció en silencio.
No era casualidad el haber entrado a trabajar en el correo postal y encontrarse con Chase por medio de una carta.
¿Qué hubiera pasado si ella no estuviera ahí? La carta jamás lograría aterrizar en su buzón por la dirección incorrecta.
La vida no estaba escrita como ella creía y ahora le estaba dando la oportunidad brindándole una hoja en blanco.
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¿Olvidar? Jamás
Short StoryChase no pudo olvidar. Kathleen dejó en él huellas imborrables, errores que hubiera querido corregir y sentimientos encontrados. Ambos están lejos y no hay mucho por hacer. Al menos no por ahora...