Capítulo 10

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Querida Leen,

He pasado los peores días sin ti.

De seguro te estarás preguntando por qué te envío una lista de notas; te voy a contar una historia que sé que conoces muy bien.

Había una vez una chica preciosa que siempre tenía mensajes maravillosos para un chico que no valía la pena, sin embargo, ella siguió escribiéndole, lo impulsó y fue la única persona que confió en él ciegamente.

Pero como en toda historia, no todo pudo ser color rosa. El día llegó, se hizo justicia. Ella abrió los ojos y entonces dejó de escribirle porque él no valoró los detalles que la hermosa chica tenía con él.

Claro, cuando eso sucedió él comenzó a darse cuenta del error que cometió. No había nadie más que se preocupara cada día por hacerlo sonreír, no tenía mensajes de ánimos ni una historia para resguardar en su memoria.

Lo peor vino después.

Los días se tornaron complicados, se volvieron grises y la soledad aumentó. Se arrepintió cada segundo porque al vivir una etapa difícil de su vida, nadie lo empujó hacia adelante como esa chica. Hubo días en los cuales permaneció encerrado en una habitación sin querer salir.

Todo estaba planeado, estaba escrito en el destino que debía suceder aquello para darse cuenta de lo que tenía al frente.

Y sí que pasó tal cual.

¿Quieres un final abierto para este cuento?

Resulta que cuando todo pareció tener fin, él eligió darle una continuación. Ha vuelto por ella, por la chica.

Entonces, ahora es él quien quiere hacerla feliz, quiere dejarle cientos de mensajes para que pueda leer cada mañana al despertar.

¿Lo harías por ti? No por mí, no lo vale. Hazlo por ti misma.

Espero que cada mensaje sea valioso.

Te adora,
C.

¿Olvidar? JamásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora