Capitulo 7

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Kendall despierta –sentí a alguien detrás de la puerta-
-Rápidamente me levante, tenia que trabajar-

Me metí al baño y me di una corta ducha, Salí, me envolví en una toalla y me cambie, ordene mi cama y listo, ya estaba todo bien, Salí y vi el cielo por la ventana, era temprano, aun no salía el sol, me dirigí hacia la sala, donde todos los sirvientes estaban sentados en la mesa, mientras Cristina les hablaba.

-Kendall, que bueno que llegas, siéntate por favor –me dijo-
-Hice caso y fui a sentarme al lugar vacío y observe a los demás-
-Primero antes de todo, el es Kendall –sonrió Cristina-
-Hola Kendall –dijeron todos sonrientes-
-Hola –les sonreí también-
-Ella es Lola –la señalo- el es Eugene –lo señalo- y ella es Mady.
-Un gusto –dije-
-Bueno, ya que los presente, paso a decirte, estábamos hablando, de que hoy habrá una cena importante, y yo y los demás sirvientes no estaremos aquí, solo tu estarás aquí –me sonrió- tenemos que ir al salón donde será la cena, debemos preparar absolutamente todo, y como un sirviente se debe quedar aquí, por si la hija del señor necesita algo, estarás tu.
-Bien –dije-
-El señor también no estará, ya que el tiene que hacer sus cosas.
-Esta bien..
-Y también te digo que la señorita _____ esta enferma, necesito que estés pendiente de ella, si puedes ir a visitarla cada rato, para ver si necesita algo, ahora ella esta en su habitación durmiendo.. y allí –señalo la mesa- tienes la lista de lo que debes hacer hoy en la casa mientras no estemos, todo claro?
-Muy claro –sonreí-
-Bueno Kendall, preparare el desayuno para nosotros, y luego para el señor, y luego de eso, nosotros nos iremos y ya no habrá nadie mas en la casa.
-Esta bien –dije-

Luego de eso, entre nosotros comenzamos a hablar, los demás sirvientes eran muy graciosos, ellos tenían una historia algo parecida a la mía, creo que con el tiempo terminaríamos siendo buenos amigos, reíamos mientras Eugene nos contaba una de sus anécdotas de niño, fue muy gracioso, creo que llegue a estar rojísimo de la risa.
Hasta que llego Cristina con el desayuno, comimos algo delicioso, mientras hablábamos comíamos, fue un momento muy lindo, luego Cristina limpio y preparo el desayuno del señor, y los demás fueron a cambiarse..

-Kendall, espera aquí no te vallas, que iré a llevarle el desayuno a ______ -me susurro y yo asentí-

¿Cómo puede ser que al escuchar el nombre _____ mi corazón se acelera como nunca? Espere a Cristina cuando bajo, dio un beso en mi frente y me pidió por favor si yo podía servir la comida, ella necesitaba cambiarse, dije que si y fui a la mesa principal y serví la comida, pronto después bajo el señor.

-Buenos días señor –dije educado-
-Buenos días –dijo y se sentó-
-Necesita algo mas?
-No, puedes retirarte –dicho esto, me retire de hay volviendo a la cocina-

Comencé a leer la lista de las cosas que debía hacer..
Ordenar la habitación del señor, lavar la ropa sucia, y limpiar absolutamente la casa.. este será un trabajo duro..
-Kendall –me llamaron-
-Mady, que pasa?
-Ya nos vamos, suerte –me toco el hombro-
-Suerte a ustedes –sonreí-

Me despedí de todos luego de Cristina, que me dijo antes de salir..
-Recuerda Kendall, mantente al tanto de _____ por si necesita algo, contesta las llamadas, y si alguien viene ya sabes lo que debes decirle.. bueno me voy, adiós –me abrazo- suerte..
-Igual, que les valla bien –sonreí y cerré la puerta-

Volví a la cocina, tome la lista, iba a comenzar a con las tareas de la casa.

La Dama Y El vagabundo (Kendall Schmidt y tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora