Capitulo 27

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Una falsa tos se escucho.-

Rápidamente abrí mis ojos para encontrarme con los brazos de Kendall rodeándome la cintura, observe la puerta y allí estaba Cristina, con una cara traviesa.

-Con razón no lo encontraba en su habitación-dijo y rio suavemente.

-Lo siento-dije con la cara más roja que alguna vez tuve.

-¿Lo sientes? ¿Por qué? –me miro tiernamente- no hay nada malo en ello.

-No lo se, me alegro de que seas tu y no mi padre-mire a Kendall- nos mataría.

-Lo se, hay que tener cuidado con eso señorita –pauso- ahora levántate que tienes que ir al colegio.

-Ok, ya voy –dije y Cristina sonriendo cerro la puerta dejándonos a Kendall y a mi solos- te ves dan adorable -susurre en su oreja y luego bese su cuello.

-Mmmh –se movió aun con sus ojos cerrados- joder, quien me besa así, me encanta.

-reí- 

-Oh –abrió sus ojos de repente y me sonrió- así que eres tu.

-Claro, quien mas –carcajee.

-Bueno –golpeo mi hombro suavemente y luego froto sus ojos.

-Debo irme a la escuela –bese su nariz- nos veremos esta noche.

-Mmmh –se quejo- 

-¿Qué pasa? –lo mire mientras caminaba hacia mi closet.

-Yo no quiero un beso en mi nariz –rio pícaramente.

-Oh –me acerque- ¿entonces aquí? –bese su mejilla y negó con la cabeza- mmh ¿aquí? –bese su frente y volvió a negar- ¿Dónde? –dije haciéndome la tonta.

-Aquí –dijo y beso suavemente mis labios para luego separarse de mi y mover sus cejas con rapidez.

Sonreí evitando mirarlo, ya que sentía que era un tomate viviente, el solo rio y salió por la puerta diciendo en un cantito ‘adios’.

Suspire emocionada por lo que acaba de pasar y corrí a mi closet buscando el uniforme de mi colegio.

{…}

-5 minutos tienes, solo 5 minutos –grito mi padre totalmente irritable, estábamos un poco retrasados a la boda.

-Tu novia llegara en dos horas ¿Por qué tanto apuro? –le dije cuando abrí la puerta de mi habitación, ya con mi vestido puesto.

-Porque quiero llegar –suspiro- ya sabes.. nervios –dijo y me abrazo.

Un abrazo.. hace meses y quizás varios, en los cuales no recibía abrazos de mi padre ¿eso significaba que me quería? No lo se, pero este abrazo que hizo sentir mejor de lo que estaba, necesitaba un poco de amor familiar.

Unas pequeñas lagrimas estaban por Salir de mis ojos cuando mi padre sonrió y rápidamente bajo las escaleras.

Hoy me había retirado del colegio con Allie, que ella estaba en el baño terminándose de arreglar, habíamos ido a hacer un par de compras y fuimos a la peluquería, no demoramos un poco, así que se puede decir que anduvimos a las corridas.

No esperaba por ver a Kendall, se debe de ver tan hermoso en ese traje, espero verlo pronto, me come la emoción.

-Oye –susurraron detrás de mi.

-¿Qué pasa Al? –la llame por su apodo.

-¿vamos? –sonrió y luego enrosco su brazo con el mio- hay amiga estamos perfectas –dijo y yo reí.

-¿Crees que le gustara a Kendall? –le pregunte suavemente bajando las escaleras, no quería que mi padre irritado y nervioso me escuche.

-Obvio –dijo y sonrió.

Terminamos de bajar y con esperanza en mis ojos comencé a buscar a Kendall, pero no estaba.

-¿Y Kendall? –pregunte.

-Esta en el salón querida, acuérdate que es del servicio.

-Oh, si.. –susurre recordando que debía trabajar como camarero.

-Vamos vamos vamos.

Nos subimos al auto en donde conduciría hacia la iglesia, íbamos yo, Allie, Cristina y mi padre.

Y en un rápido abrir y cerrar de ojos estábamos en la puerta de la iglesia.. todavía había personas que entraban apuradas.. que tontos, todavía hay que esperar un rato mas, quien sabe a que hora llegara Melanie.

Nos bajamos y rápidamente entro mi padre saludando a todo el que podía, yo y Allie caminamos hacia los asientos de adelante, me senté queriendo comunicarme con Kendall.

-Cristina –le susurre y ella camino hacia mi con un poco de dificultad, dado a sus tacones, cuando ella estaba frente a mi, le hable- ¿sabes como puedo comunicarme con Kendall?

-Rio- bueno hoy tu padre les entrego un teléfono a cada uno, déjame ver si tengo el numero, uhm –dijo buscando dentro de su cartera- aquí esta –dijo y saco un papel con cinco números- ese es de Kendall –señalo la tercer fila-

-Gracias –bese su mejilla-

-De nada mi pequeña enamorada –ella y Allie rieron mirándome con ternura.

Tome mi teléfono y marque rápidamente el número que se hallaba en el papel, esperando ansiosamente que desde el otro lado contestaran.

-¿Hola? –respondió una sensual voz, era de el.

-Kendall –mordí mi labio- hola –dije como tonta.

-Hola ____ -dijo riendo

-¿En donde estas? –pregunte con animo.

-En el salón. Ya sabes, preparando lo que falta y ensayando nuestra entrada con la comida.

-Carcajee y el desde el otro lado del teléfono también- Oh, será muy gracioso verte llevando comida.

-Rio- debes estar muy hermosa.

-Me sonroje- no dudo que tu también –sonreí-

-Con este traje de camarero? –pauso- pff, no tienes idea, parezco un modelo de playboy.

Reí fuertemente provocando que algunas personas me miren- seguro que si, y con tu traje demasiado hermoso.

-Ya me veras nena y te morderás los labios –dijo con voz seductora- bueno, tengo que irme, nos veremos mas tarde.

-Hasta entonces, adiós Kendall

La Dama Y El vagabundo (Kendall Schmidt y tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora