Qué esperar cuando estás esperando

5.6K 442 121
                                    


Abrí los ojos despacio para volver a cerrarlos enseguida. Demasiada luz.

Desde que tuve los sentidos mejorados captaba demasiada información, con lo que dormía con todo muy cerrado para evitar molestias al levantarme, a lo que me costó acostumbrarme porque siempre había sido de los que dormían con la ventana abierta de par en par. Intenté incluso probar un antifaz de esos para dormir, pero hiciera lo que hiciera cuando me despertaba el cacharro ese terminaba en cualquier lugar de la cama menos en mi cabeza.

Intenté taparme con la almohada y seguir durmiendo un rato más, pero el mundo definitivamente no estaba de mi parte esa mañana.

- ¡Peteeeeer! ¡Levanta, Peter!

Y por si no eran bastante esos gritos tan agudos que serían capaces de alertar a todos los perros a cinco kilómetros a la redonda, la pequeña y dulce Morgan vio necesario abalanzarse sobre mí. En momentos como ese daba gracias a mi súper fuerza.

- ¡Peteeer! ¡Dijiste que iríamos a ver a papá esta mañana!- gritó demasiado cerca de mi oreja.

- Sí, sí, dame cinco minutos.- dije incorporándome derrotado.

Me puse los pantalones rápido y me vestí con la primera camiseta que cogí, ni me molesté en mirarla dos veces. Le agradecía a Happy de todo corazón que antes de venir se hubiera acordado de este pequeño chico de Queens y me hubiera traído algo para cambiarme... pero tampoco hubiera estado mal coger ropa para más de dos días. No traía dinero conmigo, así que no pude comprar nada hasta que un día Rhodey se dio cuenta y me obligó a comprar algo de ropa con su dinero. Estuvimos discutiendo casi veinte minutos porque me negaba, pero al final acepté.

Vestí a Morgan con la ropa que me había traído Pepper la noche anterior y nos fuimos rápido a desayunar. Fuimos a las cocinas directamente, como casi todas las mañanas. Había un comedor al que T'Challa nos dijo que podíamos ir en cualquier momento del día y pedir lo que quisiéramos para comer, pero yo vivía acelerado, y más ese día cargado con una niña que no dejaba de meterme prisa para ir a ver a su padre, pero si me iba sin darle nada de comer a Morgan, Pepper se enfadaría conmigo, y Pepper enfadada no era algo bonito de ver.

Cogí rápido algunas galletas y dos zumos mientras saludaba a los que trabajaban allí, ya conocía a la mayoría de las veces que había ido y no se sorprendieron al verme. Iba a abrir la puerta para salir justo cuando esta se abrió y apareció la cara de T'Challa al otro lado.

- Peter ¿qué haces aquí?- bajó la cabeza y vio a Morgan cogida de mi mano.- y la pequeña Stark, qué agradable sorpresa.- dijo sonriéndole.

- Morgan quería ir rápido a ver a su padre, y era más fácil venir a las cocinas directamente.- omití el hecho de que prácticamente todas las mañanas desde que estuve allí venía.- Pero debería preguntarte yo lo mismo ¿desde cuándo un rey viene a desayunar a las cocinas?- me reí.

Se me hacía extraño dirigirme a un rey de esa forma, es más, hasta la palabra rey me sonaba a fantasía en la cabeza, pero me había insistido muchas veces para que dejara a un lado lo de ¨Su Majestad¨ y le llamara T'Challa, al fin y al cabo, aunque viviera ahí era parte de los Vengadores, lo que nos hacía de alguna forma compañeros. Y sí, el ser compañero de equipo de un rey era más fantasía todavía, y más si era el rey del país tecnológicamente más avanzado del mundo. Era una pasada.

- ¿Y cómo sabes tú qué es lo que hacemos los reyes?

- He visto muchas películas, Su Majestad.

- ¡Oh, bueno! Si es así no seré yo quien te lo discuta- se burló.

He de admitir que no era muy fan de T'Challa al principio, me parecía demasiado... serio, aburrido, deprimente... pero claro, cuando lo vi por primera vez iba a la caza de Barnes porque creía que había asesinado a su padre o algo parecido, así que no era el mejor momento para las primeras impresiones.

QueensDonde viven las historias. Descúbrelo ahora