6.1 Evanesencia

545 46 4
                                    

"Cuando un humano recibe el beso de un ángel de la muerte, el ángel recibe la mitad de su alma, otorgando a esté la mitad de sus 'dones'; se convierte en un ángel con la misma penitencia que el dador. Se vuelven uno sólo. Es por eso que no puedes estar lejos de el, y viceversa. Al darle la mitad de tú alma te vuelves dependiente a el, no deben estar separados, se necesitan, pierden su fuerza y se debilitan. Sí permanecen demasiado tiempo lejos; corres el riesgo de cambiar, te pasaría lo mismo que sí no te alimentáras. Un demonio, un ángel del infierno ¿entiendes?. Debes estar con el durante el cambio, sí no lo haces el no podrá realizar la transformacion ya que necesita de tú fuerza para lograrlo, sí no obtiene la energía, tú energía, puede morir. O peor aún, convertirse en un demonio cambiante. Y al hacerlo, tú mueres pues la otra mitad de su alma desaparece, la cual te mantiene 'vivo'. Crearon un vínculo, para toda la eternidad".

Aquellas palabras no podían salir de mi mente. Ahora podía comprender por que me sentía tan débil, aunque me hubiera alimentado. Mi otra mitad no estaba conmigo. Tao.

Habían pasado ya tres meses desde la última vez que lo vi. Que estuve con el. Aquellas Palabras que le dije me atormentaban día tras día, haciendo que recordará aquél rostro lleno de lágrimas. No sólo me entregó la mitad de su alma, su vida. Me dio su corazón. No quería hacerle más daño, nadie puede enamorarse de mí. Pero el lo hizo ¡Carajo, el lo hizo!

Yo sólo se lastimar a las personas, no se hacer otra cosa más que provocar dolor. Sufrimiento. Cuando Tao me demostró el sentimiento contrario a todo esto me asusté. Me dio miedo el saber que podría dañar de nuevo a alguien que en verdad me importa, por mi egoísmo. Mi pasado estaba destruyendo a otra persona.

Ser egoísta es preocuparte por ti mismo. Y Tao, ahora era parte de mí y debía protegerlo.

"Al no estar con el, la transformacion es más lenta y dolorosa, toma todo de el, cada parte de su ser se convierte en dolor. Acabará convirtiéndose en un demonio sí no lo ayudas con eso. Te necesita Sehun. Morirán los dos sí no lo ayudas. Debes darte prisa o será demasiado tarde para ustedes".

Me dirigí lo más rápido posible a la casa de Tao. Sí yo seguía con vida significaba que el aún no cambiaba.

Llegué pero no había nadie, el lugar estaba hecho un desastre; basura y pedazos de vidrio llenaban el piso. Todo estaba roto o desecho. Mierda. ¿A dónde podía haber ido?

Busqué entre sus cosas y encontré la tarjeta de un centro nocturno en una de sus chaquetas. Salí del lugar y tomé vuelo, no tenía más tiempo que perder.

Entré a aquél lugar lleno de luces y ruido. Tanta escoria humana me revolvio el estómago, era grotesco hasta para mí. Había personas teniendo sexy delante de tanta gente, alcohol, droga por todas partes. Era el lugar perfecto para mí, pero no lo era para Tao.

Busqué por todas partes, sin poder encontrarlo.

Pero de repente apareció, bailando frente a mis ojos, con una chica, parecía perdido, desorientado. Chocaron nuestras miradas; sólo el me podía ver. Sólo el.

Me abrí paso entre tanta basura para poder llegar dónde el. Pero al llegar ya no estaba.

Tal vez lo imaginé, el ruido y las luces me pudieron haber desorientado. Me quedé ahí, parado, en medio de todo. Sólo.

Lo había arruinado; cuando pensé que irme sería lo mejor para el. Me equivoqué, todo empeoró, se convertiría en algo peor que yo. Se convertiría en alguien que se alimenta de almas. Tenía razón, soy un maldito monstruo. Merezco desaparecer.

De repente el pecho comenzó a dolerme, me estaba sofocando... Imposible.

Salí a empujones por la puerta trasera del lugar, esperando conseguir un poco de 'aire fresco'. Me sentía raro; más débil de lo normal.

Al llegar a un oscuro callejón al que la puerta conducía quedé en shock al ver lo que sucedía frente a mí.

Era Tao; estaba tirado en el suelo, retorciendose del dolor. Sus alas ya habían salido, pero... No eran igual a las mías. Eran totalmente negras, estaban cubiertas de sangre. No... Porfavor dime que la transformacion aún no termina. ¡Dime que aún puedo salvarlo!

El dolor del pecho se intensificó, haciendóme caer de rodillas. Mi vista se hacía borrosa. Intenté ponerme de pie, sin éxito. Los gritos de dolor de Tao eran horribles, estaba sufriendo, por mi culpa.

"Para pasarle tú energía a el, necesitas hacer lo que en un principio provocaron. Un beso. El causante de todo"

Arrastré mi cuerpo por el frío suelo, intentando llegar con Tao desesperadamente. El me necesita, aún puedo darle la poca energía que me queda.

Logré ponerme de pie intentando correr, mis alas no se abrían.

Todo se hizo negro, el duro asfalto chocó contra mi cara. Corrientes de dolor llenaban mi cuerpo. Ahora el que se retorcía de dolor era yo.

"Sí no logra cumplir el proceso y se convierte en Demonio... Tú sufrirás la evanesencia"

Perdóname Tao.

ㅡ¿Sehun?

°°°

¿Les gustoo?

Sí tienen duda o no entendieron algo díganme y yo les contesto ¿ok?

La recta final se acerca...

Dark Light [TaoHun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora