Remember me

No puedo, es el destino

-¿Por qué estás parada delante de la puerta como si hubieses visto un fantasma?- Eithan preguntó con el ceño fruncido esperando que la mujer de delante dé alguna señal de vida.

Jessly se quedó estupefacta, ella permaneció de pie en la puerta en un estado de shock, la chica estaba sorprendida.

-¿Hay algún problema señorita?
Eithan añadió.

Jessly de repente le preguntó si podía usar el baño. Eithan suspiró y le respondió con un simple sí, pero seguía confundido en cuanto a por qué Jessly le había echado una mirada así.
La pelinegra fue al baño, se lavó la cara y le pidió a la señora que estaba cerca de ella que la pellizcara.
Ella aún no se creía haber visto a aquel hombre. La señora le pidió que le explicara por qué debía pellizcarla, Jessly respondió que necesitaba despertarse del sueño aterrador que estaba teniendo. La señora simplemente la ignoró ya que lo dicho no tenía ningún sentido.
 
-Por favor, dime que esto es un sueño.
Aún no estoy lista para enfrentar la realidad- suplicó Jessly.
La dama estaba confundida y simplemente salió del baño con una expresión de enojo.
Jessly fue a la recepcionista y le preguntó si podía volver a trabajar al día siguiente porque tenía una emergencia. La recepcionista le dijo que estaba bien y sin más Jessly se dirigió a casa.

Toda su cara se había vuelto roja como un tomate maduro,  estaba sudando como si acabara de terminar un maratón.

Cuando llegó a casa, lo primero que hizo fue entrar a la habitación de Sky e inmediatamente hacer  la misma pregunta.
-Sky, ayúdame, por favor, necesito despertarme de esta pesadilla, supongo que echo de menos al imbécil de Eithan que he empezado a ver cosas extrañas, incluso ha llegado a un punto en el que tengo ilusiones- dijo Jessly sin aliento.

Sky estaba perdida y confundida porque no tenía idea de lo que su amiga quería decir. Le pidió que se calmara y le contara en detalle lo que había sucedido y las ilusiones que tenía.

-Nunca vas a creer a quién conocí en el trabajo como mi nuevo jefe. Hoy no fue mi día de suerte. Eithan es el director- anunció Jessly con temor.

-¿cuál es el problema de tener a Eithan como tu jefe?- Preguntó Sky sin asombro.

-A buen entendedor, pocas palabras bastan.- replicó Jessly con mala gana.
Sky se limitó a fruncir el ceño y mirarle con cara de no entender nada.
-¿Y si me reconoce? ¿Y si se entera de que le mentimos?- añadió aclarándole la duda a la rubia.
Ella se quedó sin aliento y le preguntó a Sky qué se suponía que debía hacer.

-¿Estás lista para renunciar a tu sueño de ser secretaria de una gran empresa? Sabes lo difícil que fue conseguir este trabajo finalmente. Si te rindes a ti mismo y a tus sueños, lo lamentarás en cada momento de tu vida - Argumentó la rubia una vez captado la razón por el temor en el rostro de su amiga.

-Eithan reconocerá mi nombre y mi cara a ciencia cierta, no quisiera que eso sucediera, ni siquiera en mi próxima vida- explicó Jessly, sentándose al lado de su amiga en el borde de la cama con tristeza.

- Han pasado 11 años desde la última vez que te vio, has crecido y cambiado mucho, no puede reconocerte. Ya no eres la pequeña Jessly que solía conocer en el pasado, las personas cambian, no podemos seguir siendo iguales después de 11 años y en cuanto al nombre, mil personas tienen el mismo nombre. Además, Eithan ya piensa que te encontró, piensa que eres yo y que fui a Corea- dijo Sky.

-Quizá tú encuentro con Eithan, no importa cómo lo evites, es un destino que no se puede cambiar. Mucho menos huyendo de él como una cobrade- añadió

Ella convenció a Jessly para que volviera a trabajar. Sky le pidió que no se pusiera nerviosa con Eithan y que simplemente actuara como cualquier otro empleado.