un cambio drástico

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Los días pasaron y la familia de Jessly tuvo que pasar por una crisis muy grave. Esta, hizo que vendieran todas sus propiedades volviéndose del día a la mañana una familia pobre. Todo por perder dinero en un proyecto que no dió frutos. Jessly le había prevenido a su padre, ella sabía que intentar crear una nueva editorial no funcionaría. Para ella, leer siempre fue una perdida de tiempo. Al menos eso fue, pues durante los últimos años ella y Eithan no dejaban de escribirse. Una carta tras otra, cada día y con todos los detalles posibles. Pero desde que Jessly y su familia lo perdieron casi todo, ella tuvo que dejar de escribirle. Eithan siguió mandando cartas pero nunca hubo respuesta alguna. Jessly se había mudado a vivir con su mejor amiga de la infancia, Sky. Esta era la hija del amigo millonario de su padre. Siempre se llevaron bien, eran como hermanas inseparables asique después de escuchar lo ocurrido, Sky no dudó en darle refugio a su mejor amiga.

Al haber cambiado de dirección, las cartas de Eithan dejaron de llegarle a Jessly. Ella, por otro lado perdió su dirección. Así es como el contacto se detuvo entre ellos dos por un largo tiempo.

Sábado, 23 de Junio.

11 años más tarde, Jessly se encontraba parada delante de un público en medio de una gran fiesta, algo sorprendida pues su amiga, Sky le había preparado una fiesta sorpresa, era su cumpleaños. La chica cumplía sus 23 años. Todo pasó rápido para ella, desde que perdió el contacto con Eithan, esta calló en una pequeña depresión. Jessly no era de ese tipo de chicas o eso es lo que tenía seguro Sky, por eso, durante todos esos años le ayudo a subir su ánimo y recuperarse poco a poco. Pero, las cosas no fueron fáciles.

Jessly se recuperó bastante bien gracias a su amiga pero su físico empeoró drásticamente. Ya no era esa chica que todos deseaban, ya no era tan sociable ni rica como antes. Ahora, es una simple chica del montón sin trabajo ni pareja.

Martes, 12 de Julio.

Jessly encontró en su correo un mensaje de alguien desconocido, era Eithan.

Después de leer el mensaje Jessly salió de la cafetería en la que estaba con mucha prisa y se dirigió a casa. Montando las escaleras torpemente está llega a la habitación de su mejor amiga abriendo la puerta para dejar salir 7 confusas palabras.

- Tienes que ir a ver a Eithan-

Sky, algo confusa le pidió explicaciones.

- Creí que ya no os habláis, y ¿Por que tengo que verlo?-Dijo la rubia con ojos cielo algo extrañada.

Jessly algo agotada por correr a causa de las escaleras, se sienta en el borde de la cama en la amplia habitación y la observa. La habitación era bastante grande, las paredes eran blancas y dos mesitas se encontraban en los lados de la cama. Un armario bastante grande cubre la parte derecha de está dejando la izquierda libre para un hermoso espejo de 2 metros con algunos diamantes incrustados por las escuadras. Todo era bastante elegante.

-¿Jessly, sigues conmigo?- preguntó la rubia con algo de temor en el rostro.

Sky le sacó a Jessly de sus pensamientos rápidamente, ese era uno de sus defectos. Siempre que estaba nerviosa se distraía con lo mínimo, como la habitación en este caso pues nunca antes se había fijado en ello, siempre salia y entraba sin prestar atención alguna pues ella tenía una habitación similar en el pasado solo que esta está mucho más limpia y organizada.

-Ah ... Sí perdón, quería pedirte un favor. Eithan me escribió un correo pidiéndome un encuentro después de mucho tiempo de búsqueda por mi dirección. Me pidió encontrarnos delante de la fuente en la que nos vimos la primera vez. Cuando lo leí no lo pensé dos veces y fui corriendo como loca a la plaza donde la fuente pero - su voz se quebró y no supo cando exactamente pasó pero ella ya estaba allí delante de su mejor amiga y llorando como si no hubiese un mañana.

Remember meDonde viven las historias. Descúbrelo ahora