Danfield Ville 4: La Segunda Jerarquía ©

Ep 11: Cuarta trompeta

El sonido de las espadas sonaban impactando unas con otras, el campo de entrenamiento estaba lleno, con grupos de Ángeles enfrentándose en varias partes del mismo, dejando ligeros espacios entre cada campo de entrenamiento para que los arcángeles supervisores pudieran controlar los combates.

Gareth abrió sus ojos lentamente, estos tenían la tonalidad roja, su lado alfa había estado en meditación. A lo lejos vio como el Arcángel Gabriel llegaba con él, por lo que sus ojos volvieron a la normalidad.

Arc. Gabriel: Parece que alguien ha estado disfrutando sus ejercicios. —
Sonrió mirando al licántropo.

Gareth: No puedo negar que este lugar me hace pensar que estoy muerto, pero al mismo tiempo me gusta... es como soñar pero por bastante tiempo, así que sí... si disfruto la meditación.

Arc. Gabriel: Si, la mayoría dice eso cuando pisan el paraíso, después se acostumbran. —Suspiró mirando hacia a un lado—. Escucha, vino alguien... estoy seguro que lo conoces. —Al terminar de hablar, miró hacia atrás.

Gareth miró hacia donde miraba el Arcángel, notando como el Arcángel Miguel había llegado. El joven con una sonrisa se puso de pie para acercarse y saludarlo con un apretón de manos.

Arc. Miguel: No sabes el gusto que me da verte.

Gareth: Digo lo mismo.

Arc. Gabriel: Apareció de la nada en medio de una sesión de entrenamiento en la mitad del campo, no tiene alas ni aureola, lo que bien puedo concluir que...

Arc. Miguel: No está muerto. —sonrió satisfecho.

Arc. Gabriel: Así es... pero de todas formas experimento algo similar a la muerte.

Arc. Miguel: ¿Qué es lo último que recuerdas, Gareth?

Gareth: Todo oscuro, apenas podía recordar porque estaba allí adentro, pero de ahí no recuerdo más... simplemente aparecí aquí. ¿Cómo va todo por allá?

Arc. Miguel: Las cosas se complicaron.

Gareth: Explícame.

Arc. Miguel: Caminemos, te enseñaré el lugar.

Los tres salieron del campo de entrenamiento para caminar por las calles de la ciudad dorada, la ciudad del cielo, el paraíso.

Edificios del mejor material, personas felices, con una aureola sobre su cabeza, identificando que son almas permitidas en el cielo.

Arc. Miguel: Cada uno de los demonios son un sello, uno de los siete, entre todos son cinco... si ellos son destruidos, darán paso a que el apocalipsis arribe.

Gareth: Eso, eso es muy... vaya y ¿Que han decidido los chicos?

Arc. Miguel: Aun nada, pero planean encerrar a los demonios, para evitar destruirlos y evitar que el apocalipsis llegue. Sin embargo...

Gareth: ¿Qué?

Arc. Gabriel: El apocalipsis es un evento fijo, no se puede detener... nosotros tampoco poseemos mucha información porque nunca ha habido uno... lo único que sabemos es que cuando llegue el momento, nuestra única misión primordial es ganar terreno en la tierra y pelear contra los demonios para derribar al rey, lo malo del asunto es que los sobrenaturales estarán en medio de esa batalla.

Gareth: ¿Porque siento que él sabe más que tú? —Preguntó a Miguel.

Arc. Miguel: No me sorprendería, el Arcángel Gabriel es el mensajero de Dios, si algo pasa es el primero en saberlo.

Gareth miró al hermano de Miguel
— He oído muchas historias sobre...

Arc. Gabriel: ¿Sobre los tres Arcángeles de Dios? Si... es una historia antigua, tan antigua que existe antes de que la idea de los humanos llegue a la mente de Dios.