Ep 2: Es una advertencia

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La ciudad estaba tranquila, todos se encontraban realizando sus actividades cotidianas, el centro era el lugar más activo de toda la ciudad, personas de clase baja, media y alta convivían como si se conocieran de toda la vida. La mayoría de ellos caminaban apresurados para dirigirse a sus trabajos después de haber almorzado.

Entre la multitud se encontraba un joven, vestía pantalón negro, tenis negros, una camisa blanca y una chaqueta de cuero marrón. En su cuerpo colgaba un maletín, la tira era larga por lo que el maletín lo tenía a la altura de su cadera.

Hasta que finalmente llegó a un vecindario tranquilo, tenía jardines, las casas eran edificios que se utilizaban como apartamentos, cada piso tenía su propio balcón.

El joven caminó aproximadamente 2 cuadras en el camino que había en medio de todos los edificios, hasta que finalmente se detuvo mirando a quien se encontraba afuera de uno de los edificios, una joven de aproximadamente 15 años.

— Wow... —Murmuró el muchacho al ver a la joven, era muy hermosa.

En un instante salió una chica, un poco más alta y tal parecía, mayor que ella.

Lydia: Isabell, no tienes que limpiar todo el lugar, solo nuestro piso.

Isabell: Lo sé, solo que estoy demasiado aburrida y no hay nada que hacer, al menos con esto me entretengo.

Lydia: ¿No tienes tu teléfono?

Isabell: Se descargó, me tarde en encontrar el cargador y apenas lo puse a cargar.

— Disculpen.

Lydia se percató de quien había hablado por lo que dio un paso delante de Isabell para mirar al sujeto que se había aparecido.
— ¿Te ayudo en algo, hijo?

— Si... verán estoy buscando un lugar donde quedarme, me dijeron que venga para acá pero no sé a quién preguntar o con quien hablar. ¿Me pueden ayudar?

Isabell le sonrió al muchacho.
— Tienes que ir a...

Lydia: Tienes que ir al edificio de blanco que esta por allá. Te acercas a recepción y listo. —Habló interrumpiendo a Isabell y cortante.

— ...Gracias. —agradeció dando la vuelta para caminar hacia el lugar indicado.

Isabell: Que grosera —Dijo riendo—. Hey, chico. Espérame.

Lydia: ¿Qué haces?

Isabell: Lo voy a acompañar.

Lydia: No lo conoces

Isabell: Uy, descuida ¡mamá! No dejare que saque las tripas. —Habló incrédula rodando los ojos para caminar hacia el joven—. ¿Cómo te llamas?

— Yo... yo me llamo... Barry. —contestó algo nervioso.

Lydia: ¿Barry? ¿Acaso no sabes cómo te llamas?

Barry: Sé cómo me llamo, señora.

Lydia: ¿¡Señora!? Tengo apenas sete... veinte años, genio.

Isabell comenzó a reír por lo que tomo al joven del brazo.
— Ella es Lydia, mi hermana mayor, yo soy Isabell. Mucho gusto Barry.

Barry le sonrió y luego miró a Lydia.

Lydia no le quitaba la mirada de encima por lo que hizo un gesto con su pulgar en su pescuezo, moviéndolo de izquierda a derecha una sola vez, simulando que se lo cortaría.

Ambos jóvenes caminaron en dirección al edificio blanco.
Al entrar se encontraron el lugar vacío, por lo que iba a ser muy fácil.

Isabell: Bien, solo debes preguntarle a la chica que atiende, si tiene libre un piso en uno de los tantos edificios que hay en esta zona.

Danfield Ville 4: La Segunda Jerarquía ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora