Me pasó,
llegó y me leyó
la mente,
luego me tocó
el alma,
y finalmente
escuchó
mi corazón.
No pude hacer nada,
nada; tan sólo, amarla.
Me pasó,
llegó y me leyó
la mente,
luego me tocó
el alma,
y finalmente
escuchó
mi corazón.
No pude hacer nada,
nada; tan sólo, amarla.