Dark Hearts

once.

11.| ¿QUÉ TAL AHORA?

                    Katerina se despertó la mañana siguiente. Ella quería asegurarse de estar despierta antes que Wade y Lyra. Ella no quería que ninguno de ellos estuviese despierto. El presagio de la muerte salió a cazar, necesitando un par de almas para mantenerse nutrida por un tiempo. Pero fue cuidadosa mientras se encargaba de los cadáveres, sin necesitar que alguien la viera o alertara a las autoridades. O peor, los Vengadores.

      Volviendo al departamento de Wade, ella miró sobre su hombre y miró a su alrededor. Ella no vio a nadie detrás de ella, lo que la hacía sentir aliviada. Katerina abrió la puerta del departamento de Wade y caminó dentro de la sala de estar, para notar que su hermana no estaba alrededor. Eso era bueno. Porque Katerina tenía un plan, y su hermana no necesitaba estar alrededor para que ella lo iniciara.

      Katerina caminó hacia la habitación de Wade, para notar que él seguía descansando en la cama. Ella rodó los ojos y caminó hacia la cama y subía a su lado, acercándose a Wade. Descansando a su lado, posó su mentón sobre su mano y lo miró. Wade no se movió mientras dormía, pero ella sabía que en cualquier momento haría un comentario ingenioso como lo solía hacer. Por lo tanto, presionó sus labios contra los de él y él sonrió.

      —No hagas mucho, Eiza—, le dijo Wade y ella suspiró. Wade Wilson, nuevamente hablando con extraños que no se encontraban allí —. Vas a provocar a las fangirls. No podemos hacer mucho considerando lo ocurrido en el capítulo anterior.

      —Oh, ¿porque tuvimos sexo?—, cuestionó Katerina con una sonrisa en sus labios.

      Wade abrió sus ojos y le sonrió —. ¡Sí! Las fangirls aman cuando el OC y el interés amoroso en cualquier fanfiction tienen sexo. ¡Es incluso mejor que cuando uno de los dos admite sus sentimientos por el otro! ¡O incluso cuando tienen su primer beso! Pero diablos, si tiras todos esos juntos de una, todas ellas morirán.

      — ¿Por qué hablas sobre "fangirls" y "fanfiction"?—, preguntó Katerina —. Sabes que esta es nuestra vida, no algo que es escrito, ¿cierto?

      —Ahí es donde estás equivocada, bebé—, respondió Wade mientras se sentaba en la cama, sosteniéndola sobre su regazo. Katerina envolvió su torso con sus piernas, también envolviendo su cuello con sus brazos —. Estamos en una obra de fanfiction llamada "Dark Hearts". Eres interpretada por Eiza González y yo por el hombre más sexy del mundo, traído a ti por la gloriosa Canadá, Ryan Reynolds.

      —Ok, ok—, rió Katerina —. No puedo decir que te creo, simplemente estás loco.

      —Pero tu locura es igual a la mía—, espetó Wade. Él miró sobre el hombro de Katerina, subiendo las cejas —. ¿Vieron lo que hice ahí, chicos? ¡Hice una referencia a mi propia película! Realmente espero que se hayan dado cuenta porque esa mierda fue buena. La autora sabe qué pasa.

      — ¿Autora?—, inquirió Katerina, insegura de si realmente quería una respuesta.

      —Alguna chica llamada Catie—, respondió Wade —. ¡Ella es Satán! ¿Quieres saber por qué? ¡Porque suele asesinar a muchos de sus personajes ficticios!

      —Estás loco—, negó Katerina.

      —Sí, bueno, tuviste sexo conmigo así que eso dice algo de ti—, señaló Wade antes de empujarla lejos de él. Katerina suspiró antes de volver a sentarse, mirando a Wade —. Entonces, ¿cómo estás, muerte?

      —Estaba pensando que podríamos irnos—, dijo Katerina con una voz más suave, sólo en caso que su hermana se acercara —. Sólo tú y yo, dejamos a Lyra aquí porque no necesito que ella esté escapando de los Vengadores con nosotros. Podemos ir a cualquier lugar, sin llamar la atención. Excepto si debo alimentarme, lo que sucederá. Pero sólo nos vamos. Los Vengadores vendrán tras nosotros, por lo que sería una buena idea.

      —Pregunta—, dijo Wade y Katerina asintió —. ¿Los lectores pensarán que esto es una buena idea?

      —No me importa—, respondió Katerina —. Si voy a estar corriendo por los próximos meses de los Vengadores, quiero que sea contigo.

      —Eso es tan enfermizamente dulce—, sonrió Wade —. Pero claro.

      —Bien—, respondió Katerina —. Porque iba a traerte conmigo de todos modos.

      — ¿Entonces por qué preguntaste?—, inquirió Wade.

      —No tenía muchas ganas de secuestrar a alguien hoy—, río Katerina.

      Wade se unió a su risa antes de volver a hablar —. ¿Cuándo nos vamos?

      — ¿Por qué no ahora?—, sugirió Katerina.

      —Sí—, asintió Wade —. Vámonos.