Hellfire! || Lukloe. || +15

9.

Luka y Chloe no volvieron a verse durante semanas.

No hasta que una tarde Luka fue a recoger a Juleka por petición de su madre, cuando la chica salió de su escuela, se sorprendió al ver a su hermano allí.

- Luka ¿Para que tienes un teléfono si no lo usas? - le regaño la joven - te dije que no hacía falta que vinieras, voy a casa de Alix ahora porque tenemos que terminar un trabajo escolar -

- ¿Que dices? Si no me has dicho nada - dijo él, sacando su teléfono y mirando sus mensajes solo para darse cuenta de que era verdad, Juleka le había avisado hace una hora. - Ah pues si -

- Anda vete a casa -

Juleka se despidió de su hermano con dos besos antes de apresurarse a alcanzar a Alix y Rose para marcharse con ellas.

Luka suspiro y se dispuso a marcharse, hasta que vio a cierta rubia salir de la escuela, hablando por teléfono.

- Papi, sabes que me gusta que al salir de clase la limusina ya me este esperando, así que no se donde estara ese incompetente pero... ¡QUE APAREZCA YA! - grito antes de colgar.

El chico rió un poco ante la actitud de la chica, no le sorprendía, seguía siendo la de siempre, pero ya no le disgustaba la idea de que ella le gustara tanto. Solo quería repetir esa noche, daba igual si ella era mala, ya no le importaba que no tuviera piedad, que fuera el diablo, porque era también el diablo entre las sábanas, y eso a él le gustaba.

Luka silbó para atraer la atención de la rubia, que se giró en su dirección y rodó los ojos al verlo.

- Hola bonita ¿Te llevo? -

- No - contesto Chloe, escribiendo en su teléfono.

- Vamos, rubia -

- ¿Eres sordo? Dije que no, pierdete -

- Que pena, mis padres no están en casa... ni mi hermana tampoco. -

Chloe lo miró, se tomó unos segundos para pensarselo. Miró la moto y luego al rededor para asegurarse que nadie que la conocía la viera irse con ella.

- Ni una palabra, Couffaine, vámonos - dijo la rubia, apresurandose a la moto.

Luka sonrio y sacó el casco que habia traído para Juleka y se lo dio a Chloe en su lugar, la rubia se sento atras de él y enrollo sus brazos alrededor de la cintura del chico.

Y así se fueron juntos, entrando en una extraña relación que ninguno de los dos necesitaba, pero los dos querian.

Los opuestos se atraen.

O se queman, como ellos dos. 

FIN.