Parte IV

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«10 AÑOS»

And now what happens, huh?

Dim había sido mi compañero de patrullaje las últimas dos semanas.

Todavía era un viejo pero no cabía ninguna duda de que había dejado de ser un lerdo.
A veces yo smecaba al recordar los viejos momentos en nuestra pandilla de drugos y le decía,     —Eh, viejo drugo, ¿no fue tan maluolo, verdad? — y luego él me respondía con la golosa burlona — ¿bien y bien y bien y bien? — así que terminaba con un — bien — y una enorme sonrisa.

Una tarde ambos íbamos de regreso a casa y se había ofrecido a llevarme primero, una conversación pasó a otra y así sucesivamente hasta que el tema de Michael salió a flote.

— Eh, eh, eh... Alex, goboreame de tu hijo, todos en la estación saben que tienes uno— comentó mientras hacía maniobras con el volante para girar a la derecha y luego a la izquierda, oh hermanos, no sabía por donde empezar, ¿debía de empezar desde la vez en que me estrelló la ussy en los glasos?, no, no, no, no quería poner tenso el ambiente.

— Michael Alexander DeLarge —dije mientras me temblaba la guba — Nacido el 3 de octubre de - - - -, con peso de 2.75kg, niño.

— ¿Eso... Significa que tiene diez años...? —

—Que scorro pasa el tiempo, ¿No es así Dim? —

— ¿Ya crecimos, Alex?

— Yo no le diría crecer, Dim. Yo le diría madurar. —Entonces todo era muy claro, después de años, Bogo por fin me había iluminado, sí, sí, sí. Así era hermanitos.  Finalmente había comprendido de que iba toda esta vesche. Yo, Alex DeLarge con la pandilla de drugos más temidos en su época al fin estaba madurando, ya no había nada más que hacer, se había alejado de la vida de la ultraviolencia para seguir su propia chisna, donde llegaba a casa después del trabajo para tener una cena caliente al lado de su debotchca y su hijo. —Pero en fin— reafirmé — Hablábamos de Michael, ¿no?.
Pues así es, hermanito, Michael tiene 10 años ahora y heredó absolutamente todo de mi, a excepción de los glasos, esos los heredó de su madre—

— ahora será un pequeño drugo, como tú lo fuiste en su tiempo, tendrá su propia pandilla de drugos y probablemente sea él el líder—

—O quizá el malchico de la usy—contesté en una gronca carcajada.

Esa tarde llegué a casa y después de todo no podía esperar menos que un abrazo y beso cálidos por parte de mi zheena.  Y silencio. Silencio en la primera planta, silencio en la planta alta, entonces videe lo que ocurría. Michael no estaba en casa.

— ¿Y el niño? — cuestioné

— Desde la tarde está trabajando, vende gassetas —

— ¿Y gana buen dengo?—

—... Alexander... —

—Dinero, mujer, Dinero... — contesté cansado de repetirle el significado de mis slovos.

— Supongo que los ancianos han de pagarle bien. Apenas empezó hoy. —

— ¿Ha, sí?, ¿Y dónde los vende?—esta vez la curiosidad me carcomía desde las entrañas, oh  hermanos, quizá si yo hubiera vendido gassetas de niño en lugar de crastar tiendas de dulces la historia sería totalmente diferente.

— Frente a la biblioteca — ¿Qué?, ella me sonrió y por un momento un remolino de recuerdos me vino a la mente, ¿La biblio?.
La sonrisa de mi ptitsa comenzaba a parecerme ridículamente insoportable.

— Tengo que ir por él—

— ¿Por él?... ¿Por qué? —

— Porque se apellida DeLarge—
Ahora si que estaba metido en una dratsada enorme, después de todo no era culpa de él que su papapa se hubiera comportado como un verdadero glupo en su adolescencia, pero tampoco debía de pagar las consecuencias. "¡Alex!" fue lo único que atiné a slusar antes de salir corriendo.
La biblio no estaba muy lejos porque nuestro domo era céntrica y cuando llegue donde el cheloveco el sol ya se había ocultado dando como resultado una naito muy oscura.

Pude videar a mi primogénito desde muy lejos y me acerqué corriendo hasta él, —¿Papá?— pude escuchar salir de su pequeña rota, —¿Qué haces aquí?— estaba por ayudarlo a recoger sus vesches hasta que me percaté de las luces de la biblio, todas se apagaron de repente y entonces las babuchcas y starrios comenzaron a salir de ella en grandes grupos.

— Oigan... Ese tipo, ¿Qué no es el de la vez pasada? —

Por Bogo, ¿Acaso mi rostro era alguna clase de cala que nunca se olvida?. 
De entre las personas apareció el mismo hombre de los libros de cristalografía, ¿Hace cuánto tiempo?, ¿Quince o dieciséis años quizá?, muchos años viviendo entre la sociedad y jugando a trabajar con los militsos y de todos los días y noches (esa en específico) yo tenía que usar ropa civil.

Tomé a Michael en brazos y comencé a correr como si me tratase de alguna clase de nadsat prestúpnico.

— ¡Papá mi dinero! —

— olvida eso ahora Michael!, prometo darte todo el dengo que quieras cuando lleguemos a casa.

Ancianos y ancianas hacían caso a los slovos del starrio y todos querían ir detrás mío, incluso crarcaban, Quítenle al niño!", pero no los dejaría de ninguna manera, no me quitarían a mi malchico malenco.

Para mi fortuna, regresamos a casa en un taxi que pasó justo en el momento oportuno y la frustración se hizo aún más bolche cuando el cheloveco se echó a llorar por su dengo.
Mi zheena me miraba con el litso extrañado e incluso desconfiado, quería saber que era lo que pasaba por su golová para impedir que pensara vesches equivocadas pero era algo muy tonto... Así que le expliqué... Y entonces, oh hermanos míos, aquí llega la parte donde debes sentar a tu hijo sobre tus piernas y explicarle porque la gente te persigue mientras te talkshockea.

Mi hijo no era lo suficientemente starrio para comprender, pero debía advertirle que bogo siempre nos tiene castigos muy severos si no nos alejamos de las malas tentaciones.
Y entonces repasé para mi la historia del lobo y caperucita roja antes de dormir; Caperucita era una grasña ptitsa que solo provocaba al lobo con sus bolches grudos pero ignoraba el peligro de jugar con un can sexualmente salvaje, así que un día el starrio lobo le dio unodós-unodós con ultraviolencia y cada vez que la veía sola en el bosque terminaba fornicando con ella sin que la pobre caperuza le diera su consentimiento; hermanos, esa caperuza soy yo, y el lobo es esta brachna sociedad que aún no perdona los errores que ya he pagado, ¿Acaso mi sufrir no fue ya suficiente?

Lo que papá NO aprueba                     [Historia Corta, TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora