Parte V

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«NADSAT»


Podría quedarme todo el día allí, sentado frente a Michael y justo juraría que me estoy viendo a un espejo, un reflejo donde vuelvo a tener 15 años.
Él hacía krunchi krunchi con las tostadas y después regresaba a su chascha para beber del café sin sacarro.

Yo por mi parte prefería un klebo y chai.

— Papá, conseguí trabajo.

— ¿Ha, sí?, que buena noticia, ¿y dónde? — pregunté mientras pasaba la hoja de la gasseta

— Como guardia de seguridad en un depósito de autos... Por la noche —

Si bien, mi malenco malchico era muy astuto y yo sabía que andaba en malos pasos, ¿debía de inducirlo a adentrarse más en ello?, no lo creo.

— Mike, tienes escuela por la mañana, ¿que harás de ella? —

— Ha, la escuela, no te preocupes... Vendré a casa en cuanto salga del trabajo, dormiré un poco y después iré a clases—

— Ja, ja, ja— smecaba con total sarcasmo y mi vista aún seguía atenta a las palabras que tenía en frente, mas mi mente no
—Eres tonto si crees que voy a darte mi aprobación —

— Oh vamos, necesito dinero—

— Y yo necesito una calificación impecable y perfecta por tu verdadero esfuerzo...— lo videe por encima de la gasseta —No una calificación por lo bueno que eres haciendo metesaca con las profesoras—

Pude notar como su litso se puso colorado en un instante y finalmente regresé los glasos a la lectura. Aún trabajaba de militso y me quedaban años de servicio al frente, para mi, yo ya era muy starrio y para ellos seguía siendo un buen oficial, joven, fuerte y maduro.
Treinta y cuatro años, treinta y cuatro y yo ya me sentía de setenta. 

— viejo necesito el trabajo— escuché nuevamente a mi primogénito rogando por un pase de libertinaje por las noches.

— ¿Ha, sí? — inmediatamente cerré la gasseta y la coloqué a un lado mío — ¿Por qué, Michael?, ¿No tienes casa?, ¿No tienes escuela?, ¿Acaso pasas hambre y frío?, ¿No te doy dengo suficiente para el almuerzo?, ¿No te doy dengo suficiente para que luzcas los platis que te cargas a todos lados?... ¿Crees que soy estúpido? — pregunté esto último con severidad en la golosa y su litso que anteriormente había recobrado el color normal volvió a pintarse pero esta vez de blanco.

— P-pero papá, no sé de que hablas... —

— Mike, Mike, Mike... No hay permiso para ningún trabajo y tampoco habrá dinero si sigues insistiendo. —

Lo último que hice fue besar la frente de mi zheena y salir al trabajo.
Tenía guardia junto a Dim, oficialmente ya era mi compañero de patrullaje por permanencia y a veces nos gustaba pasar el rato fumando cancrillos.
Los grasños pianitsos seguían dándome asco y repudio pero siempre llevaba todo por la tangente y prefería aparentar que sentía lástima por ellos, así que de vez en vez les daba un cancrillo y algunos golis.

A la media noche, Dim, privodaba hacia la estación para entregar el reporte de la mañana a la noche y así ambos nos habríamos de ir cada quien a su domo, pero, oh hermanos míos, hubiera preferido no llegar nunca, porque, en cuanto crucé el umbral de la estación, Tania, la recepcionista de bolches grudos, goria y rota rojas me llamó a ir con ella...

— oficial DeLarge... Te necesitan en la celdas de medio tiempo—

— ¿A mi?, No quiero cubrir turnos hoy, te lo aseguro que me iré si es eso — la pelirroja se hizo de ucos sordos y con gran pesadez me encaminé al lugar.
Billyboy jamás me había agradado de ninguna manera y esta vez tan solo videarlo con esa enorme sonrisa de subos amarillos me asqueó por completo.

— ¿Qué sucede aquí?— pregunté

—Resulta que tienes que llevarte a tu hijito, pequeño Alex— ese apodo de pequeño hacía que el crobo me hirviera pero por otro lado, el asunto de Michael me había dejado con la rota bien abierta y podía sentir rasdrás en el pecho, —aquí está el reporte— comentó él de nuevo.
Tomé los papeles en mano y decía claramente así:

Nombre del ciudadano:
Michael Alexander DeLarge
Sexo: Masculino
Edad: 15 años
Escolaridad: Preparatoria
Detención:
Wallasdown street, cerca de las 9:30 pm.
Culpabilidad:
Se le acusa de golpear a un grupo de estudiantes universitarios junto a otros cuatro muchachos de nombre Robert Langdon, Harold Drake, Elías Dasilva, Bruno Andersen  y una muchacha Eleanor Weasley  en un intento de robo en el bar "Duque de Nueva York", además de encontrar sustancias ilícitas en los estudios de sangre.

Dar aviso a tutores en caso de un posible proceso al correccional de menores.

Pues resulta que mi muchacho no era tan astuto como yo creí.
Billyboy se encaminó a una de las últimas celdas y la abrió para dejar salir a Michael quien una vez afuera comenzó por despedirse de sus drugos.
Hermanos, no me sentía feliz, quería fingir que aquel malchico glupo no era de mi sangre, el rasdrás no era por la razón de que haya sido procesado a la estación si no porque era muy idiota para cometer un acto vandálico, él no servía para ello, él no nació para la ultraviolencia.
La próxima vez yo sería quien evitaría que él hiciera algo semejante, porque no quería pasar de nuevo una humillación en la que el hijo trata de imitar a su padre dejando a ambos como un par de lerdos.

Michael se acercó a mi, vi en su litso la malenca esperanza de explicarme cada cosa pero yo solo pude videarlo con la mirada fría y un gesto de severidad.

— Ve con Dim —

— Papá... —

—Sube a la patrulla. —

—Vaya, vaya... Conque ese es Alex hijo— sluse venir de Billyboy quien palmeó mi plecho.
¿Qué podía decir?, ¿debía presumir que mi hijo andaba en esa cala al igual que yo de joven?, No, no podía presumir algo mal hecho.

Lo que papá NO aprueba                     [Historia Corta, TERMINADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora