CAPÍTULO 2: El amor de mi vida.

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Cuando el sol termino de esconderse, fue por Jimin una vez dio la hora de recogerlo. Durante todo el camino su hijo se dedico a criticar constructivamente todo el evento infantil. Desde el pastel seco –Jimin adoraba el pastel de tres leches– hasta la comida que sabía raro. Según la descripción detallada que solo un infante podría hacer, la madre del niño dió una sopa blanca con un pedazo de árbol en medio.

Ah, Taehyung también escuchó críticas sobre los niños, según Jimin, fueron demasiado sucios y el más limpio del lugar fue el rubio mismo.

Después de prepararle su tercera comida del día y seguir asintiendo a las descripciones poco halagadoras de su hijo sobre la fiesta, el doncel se puso a acomodar el resto de cosas que faltaban en su lista, disminuyendo maravillosamente.

Mientras lo hacía, Jimin se acercó a el con entusiasmo.

— Cuando llegue papá Koo, ¿puedo ser un pollo zombie?

Taehyung sonrió, recordando el traje que Jungkook le regaló al pequeño hace tres meses. Ambos se volvieron locos cuando lo vieron en una tienda de disfraces.

— Por supuesto.

Soltando un gritó de victoria, su hijo volvió a su habitación entre saltos alegres.

Y por más que trato de despejar su mente, no pudo dejar de pensar en la molesta llamada que recibió por la mañana. Una espinita que no se iba.

Preguntas como "¿Realmente será un detective de verdad?, ¿o solo otro periodista intentando conseguir una nota?" rondaban por su mente sin quererlo. De cualquier manera, había bloqueado el número.

Sabía que ese tipo de noticias falsas aparecían sobre su familia de vez en cuando. Desde que su padre falleció, los noticieros tomaron a los Kim como sus payasos. Todas sus mentiras o "teorías inocentes", como las llamaban para evitar problemas de difamación, podían llegar a afectar la reputación de Nam, y sobre todo de las empresas familiares.

Aunque Taehyung se deslindó de ellas en cuanto se embarazo de Jimin, ya que no sentía verdadera pasión a ellas como su hermano mayor, no significó que dejó de interesarle. Claro que le importaba. Y pese a que no quiso darles un precio, su esposo le aconsejo que lo hiciera, y le vendió casi todas sus acciones a Namjoon, quedándose únicamente con apenas una parte sin mucho trabajo que le daba el ingreso suficiente para vivir cómodamente por al menos dos vidas, mientras las empresas siguieran teniendo el éxito que tenían.

Empresas Kim eran sin duda fieles a la ley. No podía siquiera imaginar que su hermano, un hombre al que siempre admiró por lo intimidante y bueno para los negocios que era, negociará con algo tan bajo como los delitos de los qué las noticias espectaculaban.

Lavado de dinero, drogas, tráfico de armas. Y del que más se asustaba: asesinato. Aunque esté último no fue mencionado mucho, debido a lo fuerte que llegaba a ser.

Cerrando los ojos, intento pensar en cualquier otra cosa. Su mirada se alzo hacía el reloj, y pese a que su visión se volvió ligeramente borrosa, se restauró rápidamente, notando que las manecillas marcaba una hora cercana a la llegada de Jungkook.

Entrando a la cocina, quiso sorprender a su esposo con una cena deliciosa. Muy en el fondo sabía que solo intentaba dejar de pensar en la llamada del supuesto detective, así que le puso todo su empeño a los ingredientes para concentrarse en eso y en nada más. Poco después la comida estaba casi lista sobre la estufa.

BED OF LIES [KOOKV]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora