10.

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Jimin dormía plácidamente, de manera que se veía hermoso y para nada estaba desparramado en la cama con la boca abierta y la baba resbalando por sus labios, no, no, o sea ¿cómo pensáis eso? Eran las 4 de la tarde y Jimin seguía durmiendo y se hubiera dormido hasta el día siguiente, pero el timbre le despertó.

Asustado se sentó en la cama y se limpió la baba con la manga de su camisa, se quedó mirando el suelo y otra vez iba a dormir de no ser por el timbre que volvió a sonar, salió de la cama y con pasos torpes fue a la puerta, al abrirla vio al cartero, bueno, en realidad era una chica que al parecer se aguantaba la risa.

—Emm... ¿Park Jimin? —Luego de calmarse y poder tener una mirada normal, ella habló.

—Sí, sí, soy yo. —Todavía tenía sueño, su voz sonaba ronca y era gracioso de ver, su voz junto a su aspecto era gracioso, su pelo despeinado, su cara de muerto, sus ojos cerrados y la voz grabe.

—Bien, dígame su DNI y firme aquí, por favor.

—Claro. —Luego de hacer eso, la chica le dió el paquete y se fue.

Jimin lo dejó en la entrada y se tiró al sofá, intentaría volver a dormir, que suerte tiene Taehyung, sigue durmiendo, pensó Jimin... Tae... ¿Por qué no se oyen los ronquidos de Tae?

—¡Tae!... ¡Taehyung!... ¡Kim Taehyung! —Nada, el susodicho no respondía.

Con pasos lentos fue a la habitación de Tae y abrió la puerta, estaba vacía. No había rastros de que alguien hubiera dormirdo ahí.

—No vino aquí anoche... Seguro está haciendo cochinadas con el... El chico ese.

Fue a su cuarto, encendió su portátil y vió la hora, eran las 4, hoy tenía que hacer algo a las 4 pero no se acordaba. “Aber media neurona miah, k teniamoz k jaser¿” luego de hacerse esa pregunta se le vino la palabra dinero, dinero es lo que necesita para tener un nuevo móvil y el dinero se consigue trabajando...

—¡A LAS CUATRO EMPIEZA MI TURNO! ¡AHHHH! —como si tuviera una bala en culo, Jimin se vistió a toda velocidad, se lavó la cara y los dientes y corriendo salió de la casa dirección al trabajo.

Jimin y Taehyung trabajaban en una cafetería a unas diez cuadras de donde viven, sus turnos nunca coinciden, eso les ahorra distraerse con la compañía del otrootro, además de que no solo trabajaba ahí sino que los fines de semana tenía turno de mañana y tarde en ese super al que Yoongi iba. Luego de correr como desquiciado, llegó a la cafetería, 5 minutos tarde pero llegó, apoyó sus manos sobre sus rodillas y cogió aire.

—Jimin llegas tarde y vas sudado... —la chica con dientes de conejo le extendió una toalla para que se secase.

—Gracias Nayeon noona, se me olvidó que hoy me tocaba venir a esta hora y vine corriendo. —habló luego de poder hablar sin sentir que se ahogaba.

—Bueno, no pasa nada, ve a ponerte el delantal.

—Voy~

La cafetería no parecía que se fuese a llenar ese día, cuan equivocado estaba Jimin, a las 6 de la tarde empezó a venir gente por montones, clientes impacientes que repetían constantemente su orden, otros indecisos que alargaban la cola, otros maleducados que iban ahí y soltaban comentarios obscenos, etc. Jimin y Nayeon eran los únicos que estaban en la tienda y ganas de meterles un puñetazo a todos les sobraban pero debían contenerse, luego de unas horas, a las 10:30 pasadas por fin habían cerrado la tienda y ahora estaban recogiendo, Jimin con lo patoso que al barrer se cayó al suelo.

—¡Su madre en bragas! Joder, que daño... Oh —Frente a él habían dos billetes de 100€

—¿Jimin encontraste un billete de 500 y por eso te tiraste? Oh... Bueno faltan 300 para que sean. —Soltó una risita.

Es mi móvil Yoongi, ah ||Yoonmin||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora