Capítulo 2

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La mujer frente a Stiles es claramente Claudia Stilinski, nunca tendría dudas con su madre después de casi seis años sin verla desde que ella... Desde que ella se fue por esa maldita enfermedad. Es claramente su madre. —Mamá.

La mujer mira fijamente a Stiles y luego sonríe cariñosamente. —Mieczysław, ¿eres tú, cariño? —Pregunta Claudia arrodillándose frente a la chispa y sonriendo de nuevo. —Si, eres tú. No hay duda.

—¿Cómo sabes que soy yo? —Pregunta Stiles maravillado de volver a ver a su madre, habiéndola echado tantísimo de menos. Claudia se ríe muy parecido a como lo hace Stiles, y lo ayuda a levantarse del suelo.

—Pequeño, una madre reconoce a su hijo tenga la edad que tenga. Aunque mi Mieczysław ahora tiene ocho años y está en el colegio. —Dice Claudia y pasa un brazo por el de su hijo para comenzar a caminar. —Me gustaría saber cómo es que estás aquí.

—Yo quiero saber cómo es que no estás alucinando. Además, ¿qué años se supone que es? ¿Esto es real o un maldito sueño? —Exclama Stiles comenzando a perder los nervios, pero su madre le golpea suavemente en la nariz para que se tranquilice, algo que sólo ella sabe. —Lo siento.

—A ver, es 2005 y no es un sueño. —Dice Claudia con una sonrisa. —Y no estoy sorprendida porque el hechizo que te ha traído hasta aquí es mío. Estaba escrito justo en ese pequeño libro que tienes en tu mano.

Stiles abre la boca para decir algo, pero por primera vez en su vida no sabe qué decir. Está mirando a su madre de nuevo con unos nuevos ojos, viéndola totalmente confiada, y seguramente sepa sobre hombres lobo y todo ese mundo sobrenatural, Stiles no tiene ninguna duda.

—¿Eres una chispa? —Pregunta Stiles de sopetón, y Claudia se ríe de nuevo. —Oye, es una pregunta legítima. Este es tu libro de hechizos, después de todo.

—Si, pequeño. Soy una chispa, y actualmente soy la emisaria de la manada Hale, pero estoy ayudando a Deaton a que lo sea, ya que estaba pensando en retirarme. —Dice Claudia y espera pacientemente a que su hijo asimile la información.

—Entonces puedes... Podemos... —Dice Stiles pensando en las posibilidades de estar en el pasado. —Puedo evitar que ocurran tantas cosas malas, mamá. Puedo evitar que...

—No, pequeño. —Dice Claudia súbitamente seria. —Intentar cambiar el pasado puede empeorar el futuro. Sea lo que sea que vaya a pasar, debe pasar. Aunque sea el peor futuro inimaginable.

—Pero...

—No. ¿Es que acaso quieres empeorarlo todo? —Pregunta Claudia de forma severa justo cuando llegan al tan conocido Jeep. —Venga, sube.

—Oh, dios. ¿Cómo lo mantienes tan limpio y... arreglado? —Pregunta Stiles, y luego su madre se ríe levemente de su hijo. Stiles sube en el coche, en el asiento copiloto, y su madre conduce hacia la carretera que va por la Reserva. Stiles irremediablemente busca algún signo de hombres lobo pese a que, bueno, saben esconderse bien.

Stiles se muerde el labio inferior pensando en cómo podría cambiar el futuro, cómo podría evitar el incendio, evitar que Peter pase seis años en coma, que Peter se vuelva loco y que muerda a Scott. Stiles quiere evitarle todo el sufrimiento a Peter, queriendo que sea tal y como Derek se lo ha descrito en varias ocasiones.

—Espera, si eres emisaria de la manada Hale, se supone que papá sabe sobre los hombres lobo, ¿no? —Pregunta Stiles de un momento a otro, cayendo en la cuenta de todo lo que no sabe de su familia.

—Es complicado, pequeño. —Dice Claudia, y parece que sigue hablando, pero Stiles se mantiene en silencio mientras observa un Camaro negro que conduce en dirección contraria hacia la mansión Hale. Stiles intenta no mirar, pero fuerza su mirada para intentar averiguar quien conduce el coche, y se sorprende al ver un clon de Derek, pero este parece una versión madura de él, pero lo que más le llama la atención es el joven Peter Hale que va en el asiento del copiloto. —¿Mieczysław? Pequeño, ¿qué pasa?

—N-nada. Sólo estaba pensando en cómo volver a casa. —Dice Stiles. —Si no puedo cambiar el pasado, ¿qué demonios hago aquí entonces?

—No sé como llevarte a tu tiempo. —Dice Claudia frunciendo el ceño. —Podemos averiguarlo juntos. Te quedarás en casa, le diré a Noah que eres un estudiante de intercambio o algo así. No te preocupes.

—Oh, dios. Me voy a ver a mi mismo. —Dice Stiles asombrado. —Es... Esto va a ser tan raro. Necesito volver mamá, mi manada no puede vivir sin mí. Morirán en menos de dos días, te lo aseguro.

—¿Tu manada? —Pregunta Claudia enarcando una ceja totalmente curiosa. —Me encantaría saber qué ocurre, pero no puedo saberlo. Agh, maldita sea mi curiosidad.

—Es la maldición Stilinski. —Dice Stiles con una sonrisa al ver cuanto se parece a su madre. De un momento a otro, su sonrisa se borra al darse cuenta de que estos gestos, estos detalles, y todo lo que se parece físicamente a su madre debió dolerle bastante a su padre cuando ella murió. Ver a su madre reflejada en Stiles debió ser devastador.

Stiles se queda en silencio pese a saber que debería aprovechar estos momentos en el pasado, es más, debería aprovechar estar en el pasado y ver cómo era todo antes, cuando la gran Talia Hale estaba viva y protegiendo Beacon Hills.

Al llegar a la casa Stilinski, Stiles respira hondo y observa el coche patrulla de su padre aparcado, quien aún es el ayudante del Sheriff. Claudia sonríe dando ánimos a Stiles, y ambos salen del jeep, y cuando entran en casa, Stiles jadea al ver a su padre tan joven y sano en la cocina.

—Noah, cielo. —Dice Claudia y besa a Noah en los labios, quien devuelve el saludo con una mirada tan amorosa, que Stiles jadea al saber la pena profunda que siente su padre en su presente. —Este es...

—Stiles. —Dice Stiles sonriendo amablemente. —Soy Stiles Wayne.

Claudia enarca una ceja ante el apellido que ha elegido su hijo y luego rueda los ojos divertida. Noah parece sorprendido, y luego murmura en voz baja: —¿Wayne? ¿Cómo Batman?

Spark Stilinski  |STETER|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora