capitulo I

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La noche era preocupante fría y gris, su padre había comenzado a tardar, la tormenta comenzaba a arreciar, miraba el reloj una y otra vez.

Encendía la televisión, miraba su celular, subía y bajaba, como si eso fuera a calmarla de alguna forma.

Alguien golpeteo la puerta repetidas veces, de una forma violenta que resonaba por toda la casa, Kazuya se levantó apurada y tomo su bata para correr abrir. —papá! Por fin, te...— abrió la puerta pero su emoción se fue cuando vio al señor Hiroki, era un señor alto pelinegro canoso y algunas arrugas en la cara, su padre era amigo de él pero este lucía nulo de emoción. —¿sucedío algo? ¿Dónde está mi padre— sus ojos se llenaron rápidamente de lágrimas mientras que el señor Hiroki se preparaba para hablar, aclaro su garganta y por fin pudo hablar —sucede que él murió mientras intentábamos llevar cierto cargamento de armas a Osaka, supongo que el te había contado lo que hacíamos— dijo de nuevo sin ninguna emoción, mientras que Kazuya sollozaba bajo para no alterar al superior —si lo se, me tuve que enterar por mi misma, ¿Entonces estaré sola? ¿Y si me mata a mi también? ¡Que pasará conmigo! ¿Cómo es posible que no tenga sensibilidad ante esto?— dijo dejándose caer al piso para después seguir sollozando.

El mayor Hiroki suspiro y se puso a su altura y le levantó el rostro —tienes que saber que esto tarde o temprano iba a pasar, esto no es un juego y tu padre lo sabía niña, tienes que aprender a valerte tu misma, nadie resolverá tus problemas, nacimos solos, morimos solos— metió su mano en la bolsa de su traje y saco un SigSauer p226 y se lo puso en ambas manos —tienes que cuidarlo bien, era la favorita de tu papá, mañana mandaré a alguien, te ayudará mientras te recuperas un poco—.

Kazuya miro con confusión y guardo la pistola entre su bata —tengo la edad suficiente para valerme por mi misma, se que no quería estar sola pero ya lo pensé bien— Hiroki comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.

—no podrás con esto sola, las personas que terminaron con tu padre saben de ti y te estarán buscando, además solo sigo una orden— cerró la puerta de un portazo mientras Kazuya miraba la pistola, camino a la cocina y guardo la pistola en el primer cajón que vio, ella no necesitaba ayuda ni un niñero o lo que sea que fuera lo que vaya a venir.

—Seguramente será alguien viejo— suspiro y se dejó caer en el sofá para quedarse profundamente dormida.

Okaaaaay hola, bien este libro lo voy a estar haciendo con mi novio asies, espero su apoyo con las lecturas y votos, trataré de hacerlo lo mejor que pueda para así poder llegar más lejos mszkmskzkalq 🙁 los tqm adiós.

Lluvias de infiernoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora