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Capítulo 15: Misión testigo de jehová

Habían pasado dos días desde la tan esperada fiesta de Jackson que para unos había terminado bien y para otros no tanto. Todos debían volver a la ladilla rutina diaria. Jin se encontraba en su respectivo puesto de trabajo en la biblioteca, luciendo más decaído que de costumbre, el remordimiento por lo que había hecho y dicho carcomiendo aun su cabeza. Necesitaba pedir disculpas y aclarar todo, por eso había citado a Irene.

Y en aquella espera que parecía eterna, el pelinegro intentaba pensar en alguna idea para lograr acercarse a Yoongi sin recibir una patada en las bolas por parte del mismo o de Dahyun. Ciertamente, no esperaba que Yoongi lo perdonara, pero al menos quería hacer el intento y dejar las cosas bien, ya había aclarado sus sentimientos hacia el pálido, le gustaba, pero dudaba que este aceptara tener algo con él después de lo que había pasado.

—Supongo que me has llamado para terminar —La voz de Irene irrumpió los pensamientos de Jin, quien solo asintió ante el comentario de la chica parada frente a él.

—Quiero pedirte disculpas, debí aclarar mis sentimientos antes de actuar, en ese momento me sentía muy confundido y me dejé llevar, no estoy justificando mis actos… —Comenzó hablar Jin mientras se levantaba, rodeando el escritorio para acercarse a la más baja y tomarla con sus brazos en un cálido abrazo.

— ¿Eso quiere decir…? —Dijo Irene aceptando el abrazo sin rechistar, con un atisbo de esperanza de que su relación no se fuera totalmente a la mierda.

—Quiere decir que sigues siendo importante para mi aunque ya no te vea de la misma forma, tenía miedo de acabar nuestra relación porque han sido dos hermosos años, pero no creo que sea correcto aferrarnos cuando claramente mis sentimientos han cambiado, lo siento —Dijo Jin calmadamente, cerrando sus ojos mientras estrechaba a la otra entre sus brazos.

— ¿En serio te gusta el mocoso ese? Estas desechando una relación de dos años, por alguien que apenas conoces y… —Habló Irene casi al borde de las lágrimas pues a pesar de que Jin la había lastimado con los cachos que le monto, sus sentimientos por el pelinegro seguían intactos.

—No estoy desechando nuestra relación, te agradezco demasiado todos los momentos lindos que me regalaste, pero me di cuenta de que mis sentimientos por ti no eran tan profundos como creí que lo eran y claro, no debí haber esperado a que apareciera alguien más para darme cuenta, pero así se dieron las cosas, bebita —Habló Jin acariciando suavemente los negros cabellos de la contraria, sintiéndose cada vez más mierda. Agradecía que la biblioteca estaba vacía, no quería que alguien más presenciara aquella escena triste y que se terminara expandiendo un chisme por los pasillos de la técnica.

—No me llames así cuando me estás terminando —Habló Irene entre un pequeño sollozo mientras alzaba la cara y se alejaba de Jin.

—Lo siento muchísimo, Irene. Me fuera gustado hacer las cosas bien, aclararme antes, perdón —Jin bajó la cara, afectado por la expresión de dolor que él había provocado en la otra.

—Te deseo lo mejor, Seokjin —Dijo Irene limpiándose algunas lágrimas que habían terminado corriendo por sus mejillas, y sin más salió de la biblioteca.

Seokjin quiso detenerla, pero ya no había más nada que decir y además, la persona que ahora ocupaba su corazón se encontraba justo en la puerta de aquel silencioso lugar rodeado de estanterías con viejos libros. El pelinegro rápidamente limpió las lágrimas que no había logrado retener por mucho tiempo al sentirse terriblemente culpable por sus malos actos.

Yoongi mantuvo su gran cara de culo mientras miraba como el más alto se posicionaba en su puesto de trabajo nuevamente. El más pálido solo había ido para hacer entrega del libro de inglés, no llevaba mucho tiempo ahí, pero si el suficiente para haberse topado con Irene, quien ni si quiera notó su presencia al pasar por su lado.