Capítulo 18: Marico, que beta.

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Namjoon abrió los ojos encontrándose con unas paredes blancas y un lugar totalmente desconocido para él, que además olía a anti-bacterial mezclado con miao. El moreno arrugó su nariz y sintió como apretaban su mano, percatándose de la presencia de alguien, que reconoció como Jackson luciendo un traje de ¿vaquita?

— ¿Jackson? —La voz de Namjoon salió terriblemente ronca, recibiendo una mirada de confusión por parte del otro.

—No, soy Wangquita, la vaquita feliz de causarte diarrea —Respondió Jackson con una sonrisa.

—Pero bueno muchacho ¿Tu ere marico o te la das? —Habló Namjoon con el ceño fruncido, sin entender que le pasaba a Jackson.

—No soy un muchacho, soy una vaquita feliz —Jackson se levantó del banquito junto a la camilla y movió su cola de un lado a otro.

—No vale, tu definitivamente no eres normal, deja la mariquera y dime donde estoy —Exigió Namjoon parándose de la camilla abruptamente.

—No, no, no, tu ano aún no se recupera —Dijo Jackson encargándose de que Namjoon se volviera a recostar.

—Qué.

—Tienes cagazon crónica.

— ¿Cómo es la vaina? —Namjoon no entendía nada y comenzaba a dolerle más la cabeza.

—Tu ano grita ¡PIEDAD! —Habló dramáticamente Wangquita la vaquita feliz.

—SAQUENME DE AQUÍ —Comenzó a gritar Namjoon.

—Nadie te puede sacar de aquí, estas son las consecuencias por ingerir tanta leche del CLAP —Habló Wangquita con una voz tenebrosa y una sonrisa escalofriante.

—NOOOOOOOOOOOOOOO.

Jungkook estaba con un dolor de cabeza terrible y el vaso de aluminio lleno de agua que tenía entre sus manos, terminó cayendo al piso estruendosamente al asustarse con los gritos de Namjoon, que parecía estar teniendo alguna clase de pesadilla.

— ¿Qué pafo? —Dijo Jimin despertándose un poco perdido, mientras Namjoon daba coñazos al aire con los ojos cerrados.

Jungkook ni se molestó el limpiar el agua que había derramado y caminó hacia a la sala, posicionándose justo al lado de Jimin, observando como Namjoon parecía estar volviéndose loco.

—Creo que está convulsionando —Dijo Jungkook, estrujándose los ojos.

— ¿Llamamos a las chicas del Can? —Respondió Jimin entre balbuceos, aun somnoliento.

—No tengo el número.

—Te doy el mío.

—Dale, pues.

Y así fue como Jungkook terminó con el número de Jimin escrito en la frente.

—Por cierto, bonito pipí —Dijo Jungkook mirando el pecho de Jimin donde estaba dibujado el pipi.

—Ah gracias, este me ¿QUIEN ME DIBUJO ESTA VAINA? APRENDAN A DIBUJAR PIPIS, BECERROS —Gritó el más bajo apenas percatándose de la vaina.

Con los gritos continuos de Nam combinados con los de Jimin, Taehyung fue el siguiente en despertarse.

— ¿Qué le pasa? —Preguntó Taehyung posicionándose justo al lado de Jungkook.

—Ya vienen las chicas del can —Respondió el menor de todos.

—Hay que despertarlo —Dijo el gocho estirándose perezosamente, aparentemente siendo el único consciente entre los demás.

Taehyung caminó hasta la cocina y sin darse cuenta del charco de agua que había en el suelo, terminó resbalando, cayendo de culo al piso, creando otro estruendoso ruido que hizo despertar a Dahyun.

pajuos caídos de la mata » bts.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora