Mi mejor amigo, mi mejor secreto [Editando]

Dulces

Porque sigo parada aquí?.

Estoy en frente de Dylan... Y elizabeth, no se que esta pasando, ellos. Se están. Besando. Y no es un beso cualquiera, es un beso con todas las de la ley, tan cerca que podrian ser un desagradable sandwich de manoseo...Conque para esto se queria quedar un poco mas en la fiesta...un par de lágrimas de enojo saltan de mis ojos antes de darme cuenta, doy la vuelta y  empiezo a caminar rápidamente rezando para que no me hayan visto, luegi de unas 5 calles bajo el paso. Excelente, algo mas que añadir a la lista de la confusion.

-Erica - me llaman desde atrás, reconozco la voz y me pregunto si enserio algo mas podria salir mal hoy. 

-Hola Mason- lo saludo y me volteo.

-Estaba en camino a la pastelería de mi Tia, quieres acompañarme?- me dice con una sonrisa gigante.

-Mmmm, no lo se- le responde dudosa, estoy muy alterada por todo lo que acabo de ver, pero al mismo tiempo siento muchisima rabia con Dylan, quiere "protegerme" de tipos como Mason pero el hace lo que quiere con su version femenina.

Que se joda.

-Te preparare pastelillos- me dice persuasivo.

-por supuesto- respondo medio sonriendo y consciente de que posiblemente estoy entrando en la boca del lobo.

-aminamos una dos calles y llegamos a un local con un gran cartel luminoso y de colores pastel que reza "sweety sweet bakery shop".

-Hola tía Ana!!!- saluda Mason al llegar llamando la atencion de todos los presentes, pero no parece importarle.

-hola cielo- lo saluda ella al salir de la cocina mientras tomas sus mejillas entre sus manos empolvadas con harina, de joven debió ser guapa, cabello castaño encanesido y ojos claros, ahora quedan atisbos de esa belleza para abrir paso a otra.- y ella es...-pregunta sonriendo al fijarse en mi.

-Oh, lo siento, ella es Erica-dice Mason dándome un pequeño empujón, yo extiendo mi mano pero la mujer se lanza a abrazarme.

-Hola- la saludo devolviendole el abrazo.

-es lindo verte aqui, hace tiempo no le conocia una chica a Mason-dice mirando a su sobrino orgullosamente, Mason no aparta los ojos de su tia pero me pregunto si ella sabra algo de las múltiples chicas con las que su sobrino se ve, esta claro que no, lo que solo hace aumentar mi curiosidad acerca de la ultima chica que su tia conoció.

-Tía, vengo por la cocina recuerdas?- le dice Mason intentandi camviar el tema. 

-Ahh quieres cocinar galletas con tu tía?- le dice ella simpática. No puedo evitar sacar una pequeña risa y arquea las cejas sin dejar de sonreir -vale, pero no se tarden tanto o yo misma vendré a buscarte.

-Aja- le responde Mason, me toma del brazo y me lleva a la cocina lo más rápido posible.

-y.... de que quieres tus pastelillos?- me pregunta con una sonrisa graciosa.

Limon?- respondo ansiosa al imaginarme un buen pastelillo de Limón.

Mason se desenvuelve bastante bien en la cocina, mezcla rapidamente los ingredientes humedos con los secos y me muestra la forma correcta de batir e incorporar todo, me hace probar constantemente la masa y aunque yo insisto en que necesitan tener mas limon, el se niega ya que no quiere cortar la mezcla, los vertimos en los moldes y listo, al horno por 20 minutos.

-Mason tenemos que hablar-le digo mientras esperamos los pastelillos-no me gusta que me anden besando sin mi permiso.

-oues no parecias muy molesta en el momento- alegó el mientras llevaba todos los implementos al fregadero, yo me acerque para ayudarlo a limpiar.

- es enserio-le digo mirandolo- los amigos no se besan.

-oh asi que somos amigos?- pregunta burlandose de la situación.

-pues no seremos ni eso ni nada si me vuelves a besar- mi respiesta lo hace ponerse serio asi que se lo piensa antes de contestar. 

-vale, pues no mas besos-dice dandome un pequeño empujón, terminamos de lavar y nos sentamos a jugar tres en línea con los restos de harina mientras los pastelillos se terminan de hacer.

-Listos!- exclamo luego de revisarlos por decima vez, su aroma inunda el local, Mason espera a que se enfrien y les pone un glaseado perfecto encima . Cada uno toma uno y no están nada mal.

De repente, una sensación agradable me recorre el cuerpo, veo que me mira sin dejar de sonreir y cuando se ds cuenta aparta la mirada y vuelve a ser el.

Creo que lo único dulce no fueron los pastelillos.