No lo puedo creer

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-Hey- me saluda Dylan pero veo que la chica con los zapatos mata-personas quiere matarme con la mirada.

-Hola- le digo- vamos?-no la miro, temo que si lo hago estallare.

Entramos y empezamos a recorrer el parque, estaba lleno de lámparas y loves de colores, el olor a algodón de azúcar, palomitas y refrescos inundaban el aire, todo estaba tan bien...jugamos bastantes juegos de equipos y por supuesto en todos estuve con Mason porque la señorita anti tenis no se separaba de mi amigo, al final sucumbí al intento de Mason de acercarse y las cosas fueron mejorando, también entramos a la casa de los espejos (de la cual salí casi sin aire porque ya estaba mareada e impaciente de salir) y casi al final nos fuimos a uno de los carritos de comida estacionados al lado de unas mesas y carpas, habría tenido que admitir que fue agradable de no ser por...bueno, no siquiera me moleste en saber su nombre.

-Ayy-exclama ella mientras nos sentamos con nuestros platos de plastico y ella está en el piso con unas gotas de soda en el regazo.

-Que?- le pregunto mirándola rara.

-Me tiraste!! dyli, dile!!!- exclama con una vocecita chillona, casi rompo a reír, eso solo se escuchaba en programas de tv.

Esque por favor, "dyli"? Que era mi amigo? Un refresco? 

-Erica, que te esta pasando?- me dice Dylan asombrado.que le esta pasando a el?

-Dylan! Es una tontería! Que se levante y se sacuda-le digo estirando las manos con impotencia-además enserio piensas defender su tonta acusación a pesar de que sabes que no hice nada?-su silencio me confirma que no hará nada y la rabia se apodera de mi-no me llames, no te quiero oír, cuando dejes de apoyar dramas de quinta y recuperes la cordura, avisame si?- no espero su respuesta, solo le tiro mi hotdog encima y me voy vuelta una furia y sin mirar atrás.

La calle esta oscura, pero eso no me asusta, de echo siempre me ha gustado estar afuera de noche, no hace calor, no hay casi nadie, simplemente perfecto, a medida que me alejo del parque de diversiones reduzco la velocidad y me permito disfrutar del clima. Claro, sería mucho mejor si estuviera completamente sola para poder pensar.

-Pssst- me susurran por detrás.

-Hola Mason, no me asustaste, te escuche hace dos cuadras- le digo sin voltear- que haces aquí?

-Yo sólo quería decirte que la chica con la que estaba Dylan es una tonta y Dylan no debió darle la razón-me dice con las manos en los bolsillos.

-Mmmm, gracias- le digo un poco sonrojada, siento que se acerca trotando un poco pero yo no acelero.

-Oh y luego de que te fuiste gane esto- me dice pasandome un lindo peluche de cerdito, uno que había visto al llegar, pero el juego era muy muy difícil para mí, era ese de tirar las botellas metálicas pero yo nunca tiraba las tres.

-Wow, como lo conseguiste?- le pregunto mirándolo.

-Pues, ya sabes, algo de fuerza por aquí 10 dólares por allá- me dice sonriendo.

-Gracias- le digo abrazándolo, es una de esas cosas que, por más pequeñas que sean, hacen que tu corazón de acelere, además después de lo qué pasó con Dylan, es...interesante que Masón se hubiera tomado las molestias.

-Bien, quieres ir a tomar una malteada?- me pregunta, creo que me esta espiando, como si no iba a saber que amo las malteadas. 

-Claro- le digo sonriendo, si me esta espiando, no puedo hacer nada-pero que sea rápido, tengo que estar en mi casa antes de las 10

-oh asi que en realidad si eres tan niña buena como dicen-dice riéndose

-callate y vamos por esas malteadas-me extiende el brazo y yo lo tomó mientras caminamos hacia el local.

-Dos malteadas de galletas oreo, porfavor- dice Mason, hace tanto tiempo que no compro una que estoy ansiosa.

-Aquí esta- me dice Mason luego de esperar frente al mostrador-y, como conociste a Dylan?- me pregunta y le cuento toda la historia, pasa ojal que en el autobús, la conversación surge naturalmente y la hora que teníamos se siente como segundos cuando miro mi reloj.

-será mejor que nos vayamos-Mason se resigna pero caminamos a mi casa que no está muy lejos.

-Nos vemos- me dice luego de dejarme mi casa.

-Hasta mañana- le digo.

-Para haber sido un mal día, de echo término muy bien.

Mi mejor amigo, mi mejor secreto [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora