Mañana es un nuevo inicio de semana. No intentes averigüar o pensar más sobre mi vida de lo que escribiré, no es necesario. Reitero, mañana es otro lunes y yo soy el estudiante de región promedio que debe viajar todos los días, ida y vuelta, a la capital en busca de un futuro y toda esa parafernalia contemporánea del "estudia que vendrán tiempos mejores". La verdad contar mi experiencia este primer semestre es bastante díficil, y raro, tendría mucho por decir. En fin, lo intentaré.
Ha costado bastante, entrar con 17 años (ahora ya con 18 cumplidos hace menos de un mes) no es algo fácil, eres jóven, muy jóven, simplemente lanzado a las inclemencias en una nueva ciudad, solo, sin sentido de pertenencia. Vives más en el camino que en una casa. Y eso que la distancia de mi ciudad a Santiago es más sueños por cumplir que minutos. No hay arraigo a algo, los tiempos de colegio se fueron, así como los amigos de esos tiempos.
Académicamente es normal. Estudias 5-6 horas diarias, rindes y resulta todo bien. No duermes por repasar, todo bien. Te despojas de la cordura algunas veces, todo bien. Es el funcionamiento de cualquier sistema educativo en Chile, y latinoamérica supongo.
Lo más complejo es aceptar que eres un trozo de algo que aspira a algo más... y que lo que fuiste ya no importa, digo, ¿quien eras en una burbuja que te moldeaba de manera tan directa?. Nadie, no eras nadie. Pero hoy, además de un esclavo rutinario, ¿quien eres?.
Es contradictorio... pero es como debe ser.Estamos solos, en su totalidad.
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Relatos de una vida común
Cerita PendekEs simple, la realidad supera siempre a la ficción, quizás no en lo genial (con rayos láser de película de acción incluidos) pero sí en la crudeza y sencillez que esta tiene para hacernos sentir tan "parte de"... este es el pequeño trozo de una vida...