Destino Dorado (Cancelada)

4.

Ruby

Había despertado sin voz, incapaz de saber lo que había pasado hasta que fue demasiado tarde; Jaune, Nora y Ren se habían ido a mistral, a devolver a la familia de Phyrra lo único que quedaba de ella: su escudo y su lanza rota. Blake había tomado un barco sin destino aparente y Weiss estaba a un océano de distancia.

Se sentía sola: su tío enfocaba todo su tiempo a Yang, que no paraba de tener pesadillas, ella ya se había acostumbrado a estas, mientras que su padre iba de allí para allá.

Quería apoyar a su hermana y decirle que estaría bien sin medio brazo, pero cuando lo intento sólo consiguió un buen golpe y gritos, se convenció a si misma que con el tiempo mejoraría, pero parecía estancada en su propia miseria.

Sacó a pasear a Zwei, no sin antes avisarle a su papá, una vuelta por la ciudad o el bosque no les vendría mal.

Decir que camino sin rumbo sería mentira, supo a donde se dirigía su mente desde la mitad del trayecto.

La tumba de su madre.

Ató a Zwei a un árbol y se acerco con pasos inseguros, iba ahí cada vez que buscaba un refugio, aún que fuera mental.

Se sentó a su lado, se abrazo a si misma y lloró.