—¿Por qué debes ir? Es decir, no entiendo por qué te obliga, —rodé los ojos.—Porque tiene el apoyo de mi padre y de mi tío, quieren que seamos novios y... Y, bueno, mi papá me da todo sin pedir nada a cambio —Tami explicó—. Solo, solo quiero llevarle la corriente.
—No puedo creer que vayas a usar ese vestido para ir a una fiesta —negué con la cabeza.
Era un vestido color piel entallado que le llegaba hasta la mitad de la pantorrilla, era tan ajustado que marcaba una fina cintura, sus pechos estaban presionados y sus piernas se notaban más, como si de la noche a la mañana aquellas delgadas piernas se hubieran convertido en unas más carnosas.
Sentía envidia de que Jim probablemente pondría sus manos sobre esa cinutirita, yo como como hombre, tomaría cualquier excusa por tocar ese cuerpo y...
—¿Estas mirándome los pechos? —ella me miró sorprendida, saliendo de la casa y cerrando la puerta detrás de ella.
—Que conste que es tu culpa, no hay forma de que un hombre no te las mire, —solté el porro que tenía y lo eché al pasto verde del pequeño patio delantero.
Pude ver a Tami negar con la cabeza un poco mientras caminaba hasta el auto.
—Eres un idiota, —ella sacó las llaves de su bolso y los desbloqueó—. ¿Por qué no eres un caballero? ¿Por qué solo no me dices que luzco linda?
Abrí la puerta del copiloto y negué con la cabeza mientras los dos nos montábamos en el hermoso Tesla que su tío le había comprado y en menos de lo que esperaba el auto ya nos había puesto en marcha.
—No soy un caballero, Tami —bebí de mi botellita de vodka.
Tami me miró con una sonrisa.
—Sí lo eres, —ella dijo sin mirarme, con una sonrisa hermosa en sus labios—. Tu padre es un caballero, por ende, tú también lo eres. O al menos imagino que lo eres con alguien que te guste, una mujer...
La miré borrando mi sonrisa.
Maldita sea, ¿Por qué tenía que ser tan dulce?
—No necesariamente, no soy un caballero con la mujer que me gusta, ni con ninguna mujer, y mi padre es un maldito coqueto, le gusta toda aquella mujer que tenga pelo amarillo, —negué con la cabeza jugando con la botellita en mis manos.
—¿Te gusta alguien? —ella me miró con una sonrisa alegre.
Desvíe la mirada pensando bien qué debía decirle ahora sin sonar evidente, sin sonar inseguro, herido, temeroso, evidente.
—Sí, —murmuré y la miré unos segundos antes de llevar mi mirada a otro lado—. Pero, soy un desastre. Mi único amor por los momentos es el alcohol.
Tami me miró con lástima en sus ojos.
—Harry, —ella me llamó y me hizo mirarla, yo tragué en seco al ver que llevó su mano a la mía—. No pienses así. Sé que probablemente ella también gusta de ti.
—Ni siquiera sabes quién es, —la miré con cejas unidas.
Ella sonrió mostrándome sus blancos dientes.
—Tienes los ojos verdes, y siempre hueles a menta, —ella se rió un poco—. Y a cigarrillo, a la mujer que no le guste, declarala loca.
Me hizo reír y lo siguiente que dije fue por impulso, juro que lo fue.
—¿A ti te gusta? —murmuré.
Tami se rió y rodó los ojos.
—Definitivamente, hueles mejor que Jim. Uhg, detesto ese perfume fuerte, huele a mi abuelo —me reí un poco y ella también—. Ya llegamos.
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Millionaires //HS// A Short Story By FuckxxHazz
Fanfiction"Drogadicto, alcohólico, fiestero, adicto al sexo, cínico, mentiroso, idiota. Todo lo que Tami no quería dentro de su casa, pero él ya estaba allí, ¿y qué podía hacer?" Cover by: FuckxxHazz. Completada. Corta, sencilla, pero romántica. ¡Es una histo...